Cuando buscamos trabajo y echamos el currículum vitae en diferentes empresas u organismos hay un tiempo de espera durante el cual podemos hacer 2 cosas: esperar sin más la respuesta de la empresa o dedicar ese tiempo a prepararnos la entrevista de trabajo.
Lógicamente, quizás no todos aquellos a quienes les solicitamos un puesto de trabajo nos van a citar para una entrevista, pero en algún momento “caerá la breva” y es entonces cuando una buena preparación previa puede marcar la diferencia entre que me contraten o no.
Este es el primero de los 2 post destinados a reducir la ansiedad que podemos sentir ante la “temida” entrevista laboral, el cual tratará sobre la preparación previa a la misma. El de la semana que viene trata del afrontamiento directo de la entrevista, una vez estamos sentados frente a la persona que nos va a entrevistar.
¿Por qué prepararme?
Porque ante una entrevista de trabajo, que es un hecho que valoramos normalmente como importante para nosotros, podemos reaccionar en ocasiones de manera disfuncional pues la ansiedad y el miedo pueden jugarnos una “mala pasada” y generarnos mucho malestar.
Algunas personas experimentan síntomas típicos de un trastorno de ansiedad: hiperventilación, mareo, visión borrosa, sensación de ahogo, sudor frío… y todo ello provocado por el miedo a la situación desconocida, en este caso, la propia entrevista. El miedo se reduce con afrontamiento y como no sabemos cuándo nos pueden llamar para citarnos, quizás esos días o semanas de incertidumbre los experimentemos como algo desagradable. Para evitarlo podemos hacer un ejercicio de auto-preparación para tener una sensación de control sobre la situación y así conseguir sentirnos mejor.
¿Qué hago para prepararme?
1) PIENSA EN POSITIVO
Si te llaman indica que algo de lo que han visto en tu currículum les interesa. Y eso ya es terreno ganado. Se lo han leído y han pensado que eres un candidato deseable para formar parte de su equipo. Cuentas con una ventaja que antes de dar el currículum no tenías: les ha convencido lo que les has contado, entras en sus criterios de búsqueda y ahora quieren conocerte personalmente. Sólo eso.
Y este pensamiento puedes utilizarlo para afianzar tu seguridad. Recuerda que una persona que transmite seguridad en sí mismo produce una sensación de confianza en los demás.
2) VALÓRATE
Un autoconcepto positivo, es decir, pensar que somos buenos en lo que hacemos, ayuda a mejorar nuestra autoestima. Una estrategia muy básica para conseguirlo es a través de las verbalizaciones en positivo; es decir, breves mensajes que nos repetimos a nosotros mismos con los que nos auto-reforzamos. Por ejemplo:
- “Yo valgo mucho”
- “Yo hago bien mi trabajo”
- “Yo soy una persona resolutiva”
- “Yo puedo con esto y con más”
Y lo mejor de estas verbalizaciones es que son verdad. Sólo tenemos que creérnoslas –creer es poder–
3) VISUALIZA LA ENTREVISTA
Visualízate a ti mismo siendo entrevistado y haciéndolo bien –justo como querías– Imaginar el escenario previamente es como realizar un “mini” entrenamiento que nos ayuda a mitigar la ansiedad; pues ésta surge del desconocimiento. ¿No es cierto que muchas veces, ante una situación desconocida que tenemos que afrontar nos la imaginamos como una experiencia desagradable, y cuando pasamos por ella resulta que “no era para tanto”? Solemos sentir más temor hacia lo desconocido que hacia lo que ya conocemos.
4) DISEÑA TU IMAGEN
Cuando no conocemos a alguien, lo primero que juzgamos (etiquetamos de forma innata) es su apariencia. ¿Qué quieres que piensen de ti? Es la pregunta que debes realizarte antes de ir a una entrevista.
La ropa es nuestro envoltorio y habla por nosotros incluso antes de que tengamos la ocasión de abrir la boca (nos guste o no). Por este motivo, la elegida para la entrevista tiene que resultarnos cómoda. No podemos ir “disfrazados” con ropa que no nos pondríamos nunca pero que la elegimos porque es “formal”. Está claro que no voy a ir en pijama a la entrevista de trabajo pero tampoco vestido como alguien que no soy. ¿Cómo debe ser entonces la indumentaria perfecta?
Que sea de mi estilo; para sentirme cómodo y que me permita expresarme de manera natural. Las personas acompañamos nuestro discurso verbal con gestos y expresiones (el lenguaje no verbal). Si no estamos cómodos o no nos sentimos nosotros mismos, nuestra expresión no verbal puede verse afectada y parecer “artificiales”. Por ello es importante que nos podamos mostrar (por fuera y por dentro) como somos nosotros. Eso no quita el hecho de que intentemos que sea más formal de la que te pondrías para estar por casa (evidentemente) o más “arreglado”. La presencia es importante en una entrevista de trabajo.
5) ADELÁNTATE A LA SITUACIÓN
Nunca controlamos todas las variables de una entrevista de trabajo, pues normalmente se hace 1 entrevista por empresa o puesto laboral, con lo que la experiencia anterior no nos sirve para aplicar la estrategia “ensayo-error”. Por ello, hay que estar preparado para distintas situaciones que puedan surgir dentro del contexto “entrevista de trabajo”.
Pueden proponernos hacer alguna prueba o test psicotécnico, o hacernos alguna pregunta del tipo “¿si estuvieras en una granja qué animal elegirías ser?” o preguntas incómodas de corte moral (para ver cómo reaccionamos ante la presión)… como no somos adivinos y puede que nos lo pidan o no, tampoco tenemos que obsesionarnos con ello.
Lo que podemos hacer es tener en cuenta que estas opciones pueden darse, estar prevenidos. ¿Cómo? Haciendo test psicotécnicos de práctica en casa, entrenamiento en resolución de problemas e ingenio… pero sobre todo, mentalizándonos de que siempre es mejor contestar como lo haría “uno mismo” porque nuestros argumentos los defenderemos mejor que cualquier otro.
Para terminar, aunque no tenemos la oportunidad de repetir una entrevista en el mismo sitio, como he comentado ya, durante el tiempo que tengo de preparación previa es aconsejable detenerme a pensar en las entrevistas realizadas en el pasado, a modo de revisión, aprendizaje de “errores” cometidos y corrección.
Por cierto, una buena respuesta es “ el cerdo”, porque se aprovecha todo de él…
Entiendo que si no tienes trabajo, una entrevista es una oportunidad que n puedes perder.
Pero también es cierto que, untabajo, es un lugar donde, como poco, vas a pasar 8 horas al día. Asi que, no es cuestión de «ver como vendo la moto para que me contraten» sino más bien de evaluar si ese trabajo es apto para ti y si tú eres apto para el trabajo.
Suena a tópico, pero lo mejor es ser tu mismo. Si eres lapersona que están buscando, genial. Si no, te ahorras estar en un puesto de trabajo en el que no vas a encajar
Pues no es mala estrategia la de plantearse la entrevista más que como una prueba hacia ti únicamente, también viceversa. Y valorar si lo que te proponen entra en tus necesidades o no. Muy bien compañero, gracias por la aportación y ese «darle la vuelta» que me has ofrecido.
Muy clarito el artículo, y con pautas muy concretas. Una entrevista de trabajo es un escenario apropiado para vender tu marca personal, sea cual sea el desempeño laboral (camarero, limpiador, carpintero,…) por lo que una preparación previa puede hacernos aportar lo mejor de nosotros
Gracias compañera! Yo apliqué la técnica de imaginarme el escenario previamente a las oposiciones (me la recomendó una orientadora que tenía la plaza desde hacía años) y le cogí el consejo. A mí me sirvió, por eso lo plasmo en este artículo.
Si sabemos cómo manejar una entrevista laboral, tendremos éxito en los procesos de selección, esta información es muy útil. Gracias por esta información.
Totlamente de acerudo Lola
muy bien dicho! si sabemos controlarnos a nosotros mismos la entrevista fluirá mejor ^^
Gracias Haybeacon. Y por cierto, he visitado tu blog y he leído tu artículo: http://haybeacon.marketing/como-afrontar-una-entrevista-de-trabajo/ está muy bien