Cada hora se publican en España cerca de 600 informaciones sobre el COVID-19. Con las nuevas tecnologías y las redes sociales, el bombardeo de información es continuo (tanto la información fiable y contrastada como los bulos y fakes que inundan, principalmente, las redes sociales)
Evidentemente, es importante estar informados sobre lo que está sucediendo, tanto en cuanto a las principales características del coronavirus: cómo se contagia (secreciones respiratorias), el periodo de incubación (de 1 a 14 días) y principales síntomas (tos, fiebre y dificultades respiratorias), como las recomendaciones que las autoridades sanitarias nos han dado desde el principio: medidas correctas y básicas de higiene (frecuente lavado de manos) y LA RECOMENDACION DE PERMANECER EN CASA que tiene la intención de evitar contagios y la propagación de la enfermedad.
Como disminuir la ansiedad ante la posibilidad de ser contagiado por coronavirus
Pero un exceso de contenido informativo sobre el COVID-19 puede afectar tanto a tu estado anímico como a tu estado basal de ansiedad, generando una serie de síntomas que veremos a continuación.
¿Qué impacto psicológico tiene la sobreinformación sobre el coronavirus en las personas?
La Asociación Americana de Psicología indica que pasar días, semanas e incluso meses en cuarentena con recursos, estimulación y contacto social limitados puede generar: miedo, ansiedad, depresión, aburrimiento, ira, problemas de sueño, frustración o irritabilidad en los individuos.
Lo síntomas subyacentes impactan tanto en los pacientes como en el personal de la salud, convirtiéndose en un problema público.
Concretamente tanto la sobreinformación como la desinformación pueden provocar efectos negativos en períodos de cuarentena. Un primer impacto puede verse en la aparición de los siguientes síntomas:
- Al estar expuestos al estrés continuamente ante una inminente amenaza, nuestro cuerpo se prepara física y mentalmente para una reacción extrema, lo que provoca a su vez, un desgaste en nuestro nivel de alerta y en el sistema inmunológico.
- La cuarentena y el miedo a la infección, pueden provocar aislamiento afectivo y retraimiento social.
- Sobredimensionar el problema, el estado de alerta constante y el retraimiento, pueden repercutir en el control de los pensamientos y la veracidad de los mismos.
- Se produce un impacto directo en el ritmo de sueño y la alimentación.
- El estrés crónico afecta el funcionamiento cerebral y el desempeño de las funciones ejecutivas. Impacta directamente en nuestra capacidad de reaccionar correctamente, presentándose fallos a nivel de atención, memoria y planificación, entre otras.
Cómo establecer rutinas durante la cuarentena por el COVID-19
¿Qué puedo hacer para escapar a la sobreinformación?
Para limitar la angustia y la preocupación sobre la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja limitar el tiempo que se pasa viendo o escuchando programas de televisión o radio sobre el coronavirus, sobre todo aquellos que nos provoquen malestar o negatividad, que recurran al sensacionalismo o al alarmismo.
Por tanto, para hacer frente a este exceso de información, os voy a comentar a continuación algunos consejos que podéis seguir:
- Dentro del planteamiento general de rutinas diarias que hayáis establecido para este confinamiento, incluid en las mismas tiempos concretos para informaros de lo que está sucediendo. Por ejemplo informaros por el medio contrastado que decidáis, por la mañana a primera hora y por la noche en otra ocasión. El resto del tiempo debe incluir actividades placenteras, mantener el contacto con los seres queridos a través de teléfono, videollamadas, etc.., mantenerse activo física y mentalmente, emplear tiempo para las cosas pendientes,…
- Buscad siempre la información de fuentes válidas y contrastadas, siendo necesario acudir a fuentes fiables como son el Ministerio de Sanidad y las Consejerías de Salud, o a través del portal de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el coronavirus.
- Evitad la sobreinformación y las noticias no contrastadas (sobre todo la que nos llega a través de las Redes Sociales), ya que es suficiente con la información recogida de las fuentes oficiales. No es conveniente estar continuamente buscando y leyendo información al respecto. Esto, en vez de provocar una respuesta positiva, va a generar un aumento de la sensación de riesgo.
- Hay que evitar, en lo posible, el alarmismo o sensacionalismo que puedan transmitirse en algunos medios así como evitar ser también nosotros propagadores de las mismas.
- Si hay niños en casa, se aconseja explicarles de forma tranquila lo que ocurre, planificar una rutina para ellos y limitar el tiempo que dedican a las nuevas tecnologías, realizar actividades con ellos y normalizar lo que puedan sentir. Hay que hacerlo con información honesta y apropiada para su edad sobre cómo reducir el riesgo de infectarse. Es importante recordar que los menores observan los comportamientos y emociones de los adultos en busca de señales sobre cómo manejar sus propios sentimientos.
Cómo gestionar el miedo y la ansiedad durante la cuarentena por COVID-19
Como conclusión
Como si estar encerrados en nuestras casas por una pandemia mundial no fuera suficiente, nos vemos bombardeados por audios aterradores que nos llegan por WhatsApp, noticias turbadoras en redes sociales, y escuchamos el minuto a minuto de la cifra de infectados y novedades del coronavirus. Sí, es importante esta informados sobre cómo prevenir la propagación del virus y protegernos del contagio, pero la sobreinformación genera todo lo que hemos visto anteriormente.
Así que, ya sabes, la clave es no entrar en pánico de antemano, ya que el hecho de que haya una gran cobertura de noticias sobre el tema no significa necesariamente que represente una amenaza directa para una persona o su familia.
De modo que, cuestiona la información que circula por WhatsApp y redes sociales, y contrástala antes de tomar alguna decisión relacionada con ella o compartirla.
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