El curso termina y como suele ser habitual dejamos cosas para hacer en el último momento. Son multitud de alumnos los que todavía no han tomado una de las decisiones que más marcará su futuro y su éxito académico venidero. Parece algo muy normal llegar a final de la ESO o bachillerato sin saber a ciencia cierta qué se va a hacer después. En este momento del curso es muy recomendable llevar a cabo una orientación vocacional y académica para tomar las siguientes decisiones en este ámbito.
Orientación vocacional y académica
Llegan las prisas debido a los plazos, pero sobretodo llegan las malas decisiones, aquellas que nos van a hacer como mínimo perder un año de nuestras vidas haciendo algo que creíamos que nos gustaba. Según estudios recientes aproximadamente el 40% de los alumnos de último año de bachillerato elige mal su siguiente etapa académica. Pero, ¿cómo se corrige esto?…una respuesta es realizar una correcta orientación vocacional y académica
3 consejos para encarar de manera óptima la toma de decisiones
1) PLANIFICACIÓN:
Afortunadamente para nosotros, podemos empezar a trabajar esta decisión mucho antes de que llegue el momento de tomarla. Como primera recomendación dentro de la orientación vocacional decirte que en la segunda etapa de la ESO (3 y 4) debemos de empezar a seleccionar que tipo de asignaturas nos gustan más que otras o cuales se nos dan mejor. Poco a poco y siguiendo esta línea no es que afinemos mucho, pero si nos va a permitir descartar aquellos caminos que si que no son una opción para nosotros. Es momento para revisar también que tipo de opciones tenemos cuando la ESO finalice, no todos tienen que acceder obligatoriamente a Bachillerato, resulta bastante útil repasar las distintas familias de formación profesional y sus salidas laborales.
2) INFORMACIÓN:
Hoy en día tenemos a nuestro alcance y sin movernos de casa multitud de información acerca de la oferta académica disponible en el territorio nacional. Información acerca de planes de estudios completos, centros donde realizar los estudios, perspectivas laborales, másteres oficiales para complementar…. Así mismo, existen profesionales dedicados a este fin que pueden servir de ayuda a la hora de aclarar dudas y trabajar con el alumno para capacitarlo en la toma de una decisión mediante una orientación vocacional y académica de calidad. Un sinfín de herramientas cuyo objetivo es que lleguemos al momento de tomar la decisión de la forma más favorable posible.
3) APOYO:
Me refiero tanto al apoyo que los estudiantes deben buscar cuando tienen dudas respecto su futuro como al apoyo que los padres deben proporcionar a sus hijos a la hora de elegir un camino. En el primero de los casos, el estudiante debe ser capaz de solicitar ayuda tanto a padres como a profesionales del ámbito lo más pronto posible. Si todavía no tengo claro que hacer una vez terminado el primer curso de bachillerato debo de empezar a preguntarme sobre mi futuro y solicitar ayuda de quien pueda aclarar mis dudas.
Los padres son un factor muy importante de apoyo a la hora de tomar este tipo de decisión y su opinión sobre la orientación vocacional tiene un gran peso. Lo que los padres piensan al respecto de un determinado camino suele influir en la toma de decisiones final (unas veces para bien y otras para mal) Como principal apoyo durante tanto tiempo, la función de los padres en este aspecto debe ser prudente. La mejor manera de ayudar en este proceso es intentando aclarar las posibles dudas pero sobre todo animando y apoyando al alumno sobre su decisión. Muchas veces los padres nos vemos influenciados por nuestras experiencias a la hora de dar nuestras opiniones acerca de opciones académicas sin tener en cuenta que nuestra percepción no es la misma que la de nuestro hijo y que además los tiempos cambian constantemente, haciendo que salidas laborales que antes considerábamos como muy buenas, ahora ya no lo son tanto y al revés. Debemos de adoptar una posición que nos permita sumar dentro del proceso.
Como conclusión, señalar que es importante hacer una revisión en cada una de las dos etapas educativas (ESO y BACHILLERATO) acerca de que intereses, gustos y posibilidades tiene el alumno para así poder ofrecer un conjunto de posibilidades lo suficientemente útil como para dar respuesta a las necesidades del alumno, preferentemente en 3º ESO y en 1ª Bachillerato. Evitaremos así tomar decisiones precipitadas y sobre todo tendremos tiempo de sobra para consultar toda la información posible y buscar el apoyo necesario, contamos con profesionales en los centros educativos y en la práctica privada que pueden ayudar a allanar el camino para la toma de decisiones en momentos determinados.
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