Dicen que la depresión es la enfermedad del mundo desarrollado en el siglo XXI.
También dicen que en el llamado “tercer mundo” la gente no tiene “tiempo” para deprimirse, pues ya están bastante centrados en sobrevivir cada día.
Yo no sé hasta qué punto es así la cosa, pero sí sé lo que podemos hacer para protegernos de los estados depresivos y aquí van 5 claves:
DEPRESIÓN y ACEPTACIÓN: aceptarse a sí mismo, con nuestras virtudes y defectos. Quererse, valorarse y tener un autoconcepto positivo hace que nuestra autoestima esté alta. No permitir que las críticas externas nos afecten hasta el punto de formar nuestro “yo” con etiquetas que nos ponen los demás, es una de las claves que contribuyen a que no nos deprimamos.
- DEPRESIÓN y FOCALIZACIÓN DE LA ATENCIÓN: la vida no está exenta de problemas y desgracias. Todos sufrimos pérdidas en algún momento de nuestra existencia y los problemas cotidianos nos afectan en mayor o menor medida. Pero no podemos aspirar a tener una vida sin problemas o pérdidas, sin frustraciones y decepciones. Visto así puede parecer un punto de vista muy negativo de nuestro paso por este mundo pero es la realidad. ¿La buena noticia? Que al igual que hay dificultades también hay satisfacciones, logros, reconocimiento y alegrías. La cuestión es aprender a centrar nuestra atención y energía en los aspectos positivos de la vida y (sin obviar que ocurren desgracias); no “malgastar” nuestro valioso tiempo en darle vueltas a aquello que no tiene solución. No me refiero a que no tengamos que intentar buscar soluciones a los problemas, por supuesto, sino a ser realistas con nuestra posibilidad de resolución.
- DEPRESIÓN y TRABAJO: en efecto. Puede sonar raro que una rutina laboral de 40 horas semanales sea uno de los mayores protectores frente a la depresión. Pues sí, lo es. Por diversos motivos. Sentirse útil, recibir refuerzo positivo sobre algo que hago bien, tener la mente ocupada en realizar una tarea y las relaciones sociales que establecemos en el ámbito laboral, son algunas de las variables que influyen sobre nuestro estado de ánimo. ¿Y si mi trabajo no me gusta? Pues a pesar de que no me guste, las variables antes mencionadas siguen actuando incluso hasta el punto que es mejor estar trabajando en un empleo que no nos gusta que no hacer nada en todo el día. Es un hecho. Además, tener un trabajo hace que valores mucho más tu tiempo libre y que, a fin de cuentas, lo intentes aprovechar, pues es limitado.
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- DEPRESIÓN y AMIGOS: mantener las redes sociales activas. Tanto las virtuales como las “presenciales”. Cuando nos relacionamos con nuestras amistades recibimos continuos refuerzos positivos. Los amigos llenan nuestro tiempo con conversaciones, confidencias, celebraciones, cariño, bromas, discusiones (sí, he dicho discusiones)… y todo ello contribuye a mantener nuestra mente ocupada y descentrada de estresores varios, factor principal frente a la depresión. Una red social de apoyo es fundamental para no caer en la desidia y el aburrimiento, precursores de la depresión.
- DEPRESIÓN y SATISFACCIÓN CON LA PAREJA: cuando llevamos tiempo conviviendo en pareja se nos olvida que el objetivo prioritario debe consistir en SER FELICES. Amar y sentirse amado. No hay más. ¿Cómo se logra eso? Pues manteniendo viva la pasión, estableciendo una comunicación efectiva entre ambos para expresar los deseos y necesidades de cada uno y planificando nuestro proyecto de vida juntos. Si nos sentimos satisfechos en cada una de las áreas sobre las que se asientan los cimientos de la pareja no tienen por qué aparecer celos, desgana, infidelidad y desdicha.
Si procuramos llevar estas claves a la práctica comprobaremos que nuestro estado de ánimo se mantiene en equilibrio. No todos estos factores dependen al 100 % de nuestra voluntad (empleo, pareja y amigos), pero las dos primeras claves están directamente influidas por nosotros mismos.
La justicia en las relaciones personales
Lo que pienso y hago depende de mí y lo que siento va en consonancia con mis conductas y pensamientos. Así que está en mi mano el poder cambiar mi estado de ánimo si no me siento satisfecho.
EL problema viene cuando no eres capaz de ver satisfacción ninguna de estas áreas. Una cosa es querer mirar al l ado positivo y otra distinta ser capaz!!
Hola Jaro, gracias por tu comentario.
Yo creo en la capacidad de cambio SIEMPRE. Puede ser que alguien crea NO SER CAPAZ. Pero seguro que si se empeña en ello, lo consigue. Quizás alguien que no sepa cómo hacerlo y entre en un estado depresivo requiera de nuestros servicios para que le enseñemos cómo. Para eso estamos, precisamente… 😉
Hola. Tengo depresión desde hace 1 año, me quedé sin empleo hace 18 meses y la verdad es que no he tenido ganas de hacer nada todo este tiempo,…me ha gustado mucho tu enfoque ya que hay otras áreas como la familia, mi pareja, mis hijos, mis amigos que no les he dado la importancia que tienen todo este tiempo ya que he estado muy cerrada y aislada haciendo las cosas como si fuera un robot. Creo que disfrutar de lo que tengo me puede ayudar, llevar a cabo más actividades pero no saco la energía necesaria…seguiré intentándolo. Muchas gracias por vuestros artículos, son reconfortantes.