Más de lo mismo: Cambiar para mejorar

¿Quién no se ha visto sumido en la misma situación (o parecida) una y otra vez?

Nos quejamos de nuestra relación, del trabajo, de la falta de tiempo, de la sensación general de insatisfacción… pero la mayoría de las veces seguimos repitiendo las conductas que nos llevan a tener “mas de lo mismo”. Como decía Berkeley “levantamos la polvoreda y luego nos quejamos de no poder ver”. Vamos a reflexionar sobre como es el proceso de cambio y cómo cambiar para mejorar.

¿Cómo conseguir cambiar?

¿Qué nos sucede?, ¿porqué nos está pasando esto?. La respuesta es que seguramente estemos en un circulo vicioso. Y la siguiente pregunta es fácil ¿cómo salir de él?, en este punto no es tan sencillo responder, para ello me apoyaré en los expertos en este tema.

Paul Watzlawick nos habla de esto en su libro “Cambio”. Cuando queremos conseguir que algo cambie no tenemos más que aplicar lo contrario a lo hecho hasta ahora.

Pero los problemas cotidianos tienden a perpetuarse e incluso a agravarse si la solución que aplicamos es siempre mas de lo mismo, de manera estructural hace que el problema se vea igual, pero poco a poco se intensificará en dificultad y sufrimiento.

Con lo fácil que parece cambiar desde fuera…

Por ejemplo, supongamos que tenemos un amigo o familiar con depresión, ¿cuál sería nuestra manera de ayudarle? Seguramente lo que haríamos es recordarle que tiene muchos motivos para ser feliz, animarle etc. pues tal vez esta actitud no haría mas que incrementar su infelicidad al hacerle ver que tiene todo eso y a pesar de todo sigue infeliz, además de sentirse en la exigencia de estar bien que le haga deprimirse aun mas.

Otro ejemplo, una persona con problemas de insomnio, en su dificultad por conciliar el sueño, aplicará soluciones como cambiar hábitos de sueño, tomar pastillas para dormir etc…estas soluciones pueden suponer un “mas de lo mismo”, ya que en lugar de solucionar el problema del sueño que viene mas dado por la preocupación por no dormir y la presión que ejercemos sobre nosotros para hacerlo , se buscaran soluciones que intensificarán el problema mas que resolverlo, ya que puede causar mas problemas de sueño, dependencia de pastillas para dormir etc.

Por tanto , en estos casos, el intento de cambio contribuye a acentuar el problema o bien puede constituir el problema en sí mismo.

Tipos de cambio

Existen dos tipos de cambio, poniendo un ejemplo, si quisiéramos hacer un cambio en la casa donde vivimos podríamos hacer:

• Cambio 1. Sería un cambio aplicado a la forma. Volviendo al ejemplo de la casa supondría cambiar los muebles de sitio, renovar decoración etc..

Si el final no te gusta, ¿Por qué no probar a cambiar el principio?

• Cambio 2. Sería un cambio en la estructura, un cambio integral. En nuestra casa una reforma en toda regla, tirar tabiques, cambiar suelos, ventanas etc.

Quiero dar la vuelta al mundo

A veces en la solución a nuestros problemas,  solo requerimos de un cambio1.

Ejemplo,  en el caso de un estudiante poco motivado con los estudios, sería cambiar de carrera.

En otras se necesita un cambio real o cambio 2,que afectaría a la actitud de cómo afronta el estudio, su motivación y fuerza de voluntad. A veces si no hacemos este cambio mas profundo y real, nos llevamos el problema a otro lugar,

así el estudiante podría seguir sin motivación en los nuevos estudios elegidos y haber encontrado una solución que sea “mas de lo mismo”, aumentando su frustración.

Modos de enfocar las dificultades: Cambiar para mejorar

• Negando la necesidad del cambio, es preciso actuar pero nunca se emprende la acción.

Aquí seguramente nos quedaremos anclados a la situación por la obtención de ganancias secundarias. Nuestro estudiante no terminaría de hacer nada ya que está mas cómodo sin tener que esforzarse y afrontar responsabilidades.

El cambio, ¿es una cuestión de pasado, de presente o de futuro?

• Se intenta una acción ante algo inmodificable, se emprende un cambio que no tendría que hacerse.

El estudiante intentaría cambiar el tipo de exámenes que le ponen, y que no puede modificar ya que no depende de el.

• La acción se hace en un nivel inadecuado, se elige un cambio 1 cuando se necesita un cambio 2.

El ejemplo anterior del cambio1 de estudios en lugar de un cambio 2 de actitudes.

Todas estas conductas suponen una resistencia al cambio. Somos seres de hábitos y nos apoyamos en la seguridad que nos aportan estas rutinas.

Abandonar estas costumbres nos hace sentirnos en un abismo en el que sentimos no controlar nada, cuando en realidad nunca habíamos controlado.

Y nos agarramos como a un clavo ardiendo a lo que conocemos. Ya lo dice el refrán “mas vale malo conocido, que bueno por conocer”, actitud que nos ancla a nuestra zona de confort y nos aleja de aprender, experimentar y alcanzar mayor felicidad.

Solemos aplicar mas a menudo los cambios1, porque nos suponen menos esfuerzo. Pero muchas veces no son lo que necesitamos, sin embargo no sabemos qué hacer y abandonamos todo intento de solución, resignándonos a nuestra infelicidad o insatisfacción.

Cambiar, no significa dejar de ser tú

Si te planteas la necesidad de un cambio mayor, intenta lo contrario a lo que hayas hecho hasta ahora.

Según una frase de Albert Einstein “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. El cambio es posible, pero nadie dijo que fuese fácil.

Y tú, ¿ Cuál es tu forma de cambiar para mejorar? Nos lo cuentas en los comentarios?

Photo credit: SomeDriftwood / Visual Hunt / CC BY-NC