En el post de hoy voy a hablar sobre belleza, autoestima y complejos físicos.
Y voy a hablar de mí, tanto de un complejo físico que tengo y las dudas que me genera y de una experiencia laboral trabajando con una adolescente muy acomplejada por su físico.
Como de satisfecho estoy con mi aspecto físico
Me considero una persona con la autoestima alta y que acepto mi físico y soy feliz con el, pero eso no quita para que tenga algunos complejos físicos.
No me considero guapo ni con un físico espectacular y tampoco me preocupa mucho.
Me interesa cuidar mi salud, pero hasta ahí llega mi interés por el físico.
Me gustaría parecerme físicamente a George Clooney, pero al famoso que todos dicen que me parezco es a J.J. Vaquero, que es muy gracioso pero guapo, lo que se dice guapo,….
Mi complejo físico son los dientes
Pero hay un aspecto físico de mí que me acompleja y lleva años haciéndolo.
No me gustan mis dientes.
No me acomplejan mis dientes.
En general son de un color demasiado amarillo y además soy fumador, por lo que se oscurecen aún más.
Y siendo pequeño, en diversos accidentes, me rompí las dos paletas y los dos dientes justo debajo de estas.
Eso hace que lleve diversas endodoncias y empastes que con el tiempo han ido alterando su color.
Puedo asegurar que mantengo una higiene bucal correcta, pero tengo la sensación de que mi boca no transmite la limpieza y claridad que me gustaría.
Este complejo físico me hace poner caras raras y sonrisas forzadas en las fotos, para tratar de ocultar mi dentadura.
Como gestionar un complejo físico.
Se que existen soluciones estéticas y no descarto usarlas algún día, aunque de momento no haya dado el paso.
Cuando tienes un complejo físico lo más saludable es aceptarte cómo eres, pero en determinadas ocasiones, la experiencia me ha demostrado, que acudir a soluciones estéticas puede ser una buena opción.
Autoestima: ¿Y si nos quisiéramos tal y como somos?
La historia del patito feo, pero de verdad y ambientada en Albacete.
Hará unos 10 años, empecé a trabajar con una chica de unos 18 con graves problemas de autoestima.
Se sumaban varios factores. Una gran timidez, algunos problemas de bullying en el instituto y que estaba muy descontenta con su aspecto físico.
Llanos (nombre ficticio), era una chica un poco regordeta, con bastante bello facial y bajita.
Después de 6 meses de trabajo, tengo que reconocer que no avanzábamos todo lo rápido que era de esperar.
En una sesión de seguimiento (era una intervención coordinada con servicio sociales), una pedagoga que estaba en el equipo multidisciplinar que atendía el caso, propuso que, si Llanos quería, tenía una amiga que era peluquera y esteticista y que estaba dispuesta a realizar un par de sesiones “de belleza” a ver si eso le ayudaba a mejorar la autoestima.
En aquel momento dije que no me parecía lo más correcto y que teníamos que seguir trabajando en que Llanos se aceptara a si misma tal y como era.
De todas formas, el equipo decidió plantearle la opción por si le apetecía.
Se lo dijeron y Llanos acepto.
La siguiente vez que vi a Llanos había cambiado radicalmente su aspecto físico.
Lucia nuevo corte de pelo, ya no tenía bello en la cara, llevaba las cejas depiladas y los labios pintados.
Y lo que para mí era más importante y más sorprendente. Se sentía más satisfecha consigo misma con la mejora de autoestima que eso supone.
Llanos no solo fue un par de días al salón de belleza a que mejorar su aspecto físico, sino que también le enseñaron técnicas para peinarse, depilarse y maquillarse, que desde ese día empezó a utilizar.
Seguimos trabajando para mejorar la autoestima y el cambio que había tenido y el sentirse mejor con su aspecto físico hizo que avanzáramos más rápido y con mejores resultados en tratamiento para mejorar la autoestima.
Y yo aprendí una lección de humildad.
Algunas conclusiones sobre los complejos físicos
No pretendo decir que mejorar el aspecto físico hace que te sientas mejor contigo mismo, y que sea una receta infalible.
Es más, creo que los complejos físicos se superan desde aprender a quererte tal y cómo eres y aceptar tu aspecto físico.
Pero también acepto que, en ocasiones, blanquear los dietes o cambiar el look puede ser una buena idea para sentirte mejor contigo mismo.
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