Hoy contamos con un nuevo artículo de Patricia, la compañera que realiza las prácticas con nosotros, el cual puedes leer a continuación, en esta ocasión hablando de un aspecto tan importante como la autoestima.
Todo el mundo habla de su autoestima, o de la autoestima de la gente que le rodea, pero… ¿realmente sabemos lo que es la autoestima?
La autoestima es cómo nos queremos a nosotros/as mismos/as y la valoración que hacemos de nuestra propia persona (positiva o negativa) en función de los juicios morales. Dicho así parece sencillo, apreciamos la autoestima como si de una cascada se tratase: bien puede lucir bella y abundante, o bien su escasez de agua la puede desbaratar.
Realmente, la autoestima no es algo inalterable ni que se modifique por sí solo, sino que esas modificaciones dependen de nosotros; nosotros mismos somos quienes formamos nuestra propia autoestima, pero para que ésta tenga su forma, debemos atender antes otros conceptos que están en su base, y son los que proporcionan el agua a nuestra cascada.
La autoestima se forma en función de 4 fundamentos clave:Autoconcepto, Autoimagen, Autorrefuerzo y Autoeficacia. Pero, ¿cuál es la diferencia entre ellos y la autoestima? Vamos a verlo…
El autoconcepto
Es (como la propia palabra indica) el CONCEPTO que tenemos de nosotros mismos, qué pensamos de nosotros, quién creemos que somos.
La autoimagen
Se refiere a la IMAGEN mental que tenemos de nosotros mismos, cómo nos vemos. Este componente puede ir más dirigido a nuestro físico, a cómo vemos nuestro cuerpo, pero siempre mirando a través de nuestros propios ojos.
El autorrefuerzo
Es la forma en que nos PREMIAMOS y ELOGIAMOS, cómo nos queremos, si nos reforzamos por nuestros logros o por quién somos en nuestro día a día, qué hacemos para cuidar de nosotros mismos, cómo nos mimamos. Hay muchos tipos de autorrefuerzo, como por ejemplo decirnos en voz baja «¡Enhorabuena!» cuando hemos hecho algo bien, premiarnos con algo que nos guste, o simplemente cuidar de nosotros mismos como lo hacemos con aquellas personas a las que queremos.
La autoeficacia
Se refiere a la CAPACIDAD que vemos y la CONFIANZA que tenemos en nosotros mismos. ¿Te ves capaz de hacer aquello que quieres? ¿Confías en hacerlo bien?
Estas 4 claves son las que conforman nuestra autoestima, las que nos llevan a VALORARNOS en conjunto a nosotros mismos de una forma u otra.
Cómo desarrollar la autoestima: Aceptar los errores
Es importante que la balanza esté equilibrada, que los 4 estén bien estructurados
Se trata de conceptos independientes, que por sí solos tienen importancia, pero nuestra autoestima depende de todos ellos, por lo que es importante que la balanza esté equilibrada, que los 4 estén bien estructurados.
Si uno de ellos falla, será como una fila india donde el primero tropieza con una piedra, pues nuestra autoestima estará floja y el resto pueden tropezar tras el primero.
Por ejemplo, si tienes un autoconcepto positivo, estás agusto contigo mismo y con tu cuerpo y te autorrefuerzas, pero no crees en tus posibilidades de realizar con éxito aquello que te propones, tu autoestima no será sólida y tu «yo» estará truncado, pues uno de los 4 fundamentos (autoeficacia) no estará fortalecido. De igual manera sucede si cualquiera de ellos no se tiene en cuenta, no se «cuida», pues ninguno es más importante que otro para formar nuestra autoestima, sino que todos tienen el mismo peso, y por lo tanto, se deben fortalecer y mantener para poder decir con propiedad que tenemos una AUTOESTIMA SANA.
Como recomendación sobre este tema, resalto el libro «Enamórate de tí» que he leído recientemente de un reconocido Psicólogo, Walter Riso, en el cual se explica cada uno de estos fundamentos, se analizan en detalle y se habla sobre cómo mejorarlos o mantenerlos fortalecidos.
¿Por qué es tan importante la autoestima para nuestra salud mental?
La autoestima es una valoración propia, de nosotros para nosotros, es nuestro guía en el camino de la vida.
De cómo te sientas contigo mismo dependerá cómo pienses y actúes cada día; la autoestima nos aporta la motivación para alcanzar nuestras metas; además, tiene un papel fundamental en la manera en que nos relacionamos con los demás, y en cómo los demás se relacionan y se refieren a nosotros, pues la valoración que hacemos de nosotros mismos es lo que transmitimos, y de acuerdo a ésto nos tratan y aprecian. También nos ayuda a superar los contratiempos, los momentos difíciles, pues si tienes una autoestima alta, te dirás a tí mismo/a que puedes seguir adelante, y por lo tanto, harás lo posible para que así sea.
Sin embargo, la baja autoestima nos impide intentar hacer cosas nuevas y/o que nos parezcan más complicadas, o incluso nos puede llevar a desarrollar algún comportamiento nocivo (como tomar drogas), y todo esto puede conducir al aislamiento, la frustración, la ansiedad o la depresión.
Por todo lo anterior, alimenta tu autoestima, quiérete y cuídate a tí mismo/a de la mejor manera posible, porque «amarse a sí mismo es el comienzo de una aventura que dura toda la vida» (Oscar Wilde).
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