Hace un par de semanas escribí sobre ¿qué he aprendido en la maternidad? y hoy, voy hacerlo del postparto. No quiero dar un tono alarmante al post y mucho menos dramático, es cierto que la mente logra borrar los momentos difíciles o no los recordamos con la misma intensidad.
Antes de continuar y aunque suene a tópico quiero decir que, sin lugar a dudas, MERECE LA PENA PASAR POR TODO.
Son muchos los cambios que se experimentan durante el embarazo y no sólo me refiero a los físicos, sino también en las actitudes, creencias, emociones y conductas. Tampoco se nos han de olvidar las “puñeteras” hormonas que sin lugar a dudas hacen de las suyas antes, durante y después del embarazo.
¿Qué puede pasar en el post parto?
Consecuencias físicas:
Yo era de las que pensaba que el momento más duro era el parto, y aunque no quise pensar en el mismo hasta verme muy muy muy embarazada la realidad me aportó que lo difícil puede venir después. Tanto si el parto es natural como si es por cesárea, tu cuerpo sufre de una u otra manera y el postparto en las primeras semanas resulta doloroso. La cicatriz, los puntos, los entuertos, la subida de la leche, hemorroides…todo un caldo de cultivo para pasar una mala pero corta temporada.
Lo mejor en todos estos casos es normalizar, tener claro que es lo que te ocurre y darte un tiempo de reposo físico y mental. Yo salí del hospital pletórica, apenas tenía dolores no sé si por la euforia del momento o por los fármacos, pero al cabo de los días me iba encontrando peor físicamente, cuando lo que esperaba con el paso de los días era lo contrario. Esto me deprimió pero contar como me sentía, dejar que me cuidaran, delegar y dedicarme tiempo a descansar y recuperarme fue la estrategia más efectiva.
Estrés
Llega una nueva personita a casa y aunque llevas tiempo preparándote para esto…no acabas de estarlo completamente. Todo esta preparado en su habitación, su ropita en el armario, colocas las cosas pensando que están en ubicación perfecta y acabas cambiándolas cientos de veces…Aunque has preguntado sobre lo que se necesita en los primeros meses…sieeeempreee falta algo.
Al día siguiente de llegar del hospital, parecía que había que hacer miles de cosas…realmente es así, ya que a lo que ya se hacía al cabo del día había que sumarle las tareas de bebé…recuerdo los primeros cambios de ropa, las limpiezas de nariz, los baños con llantos desde el minutos uno. Estamos convencidos de que olía el miedo de sus padres.
Es normal que la sobrecarga de tareas genere estrés y también es normal, que ante algo que no has hecho necesites práctica para perfeccionar, solo se trata de que entrenes, el escenario ya lo tienes. Además, no es necesario que las cosas se hagan todos los días al 50%, apuesto por un reparto equilibrado de las tareas basado en lo fácil y práctico que a cada uno le resulta. Por ejemplo, yo no suelo bañar al niño es ya que por mi lumbago y que mi marido me saca tres cabezas, le resulta a él mucho más fácil meter y sacar al niño de la bañera.
Depresión postparto:
Quiero dedicar un post en concreto para abordar este tema pero diré que, aunque no hay estudios que dejen claro la prevalencia la depresión postparto, esta puede afectar entre un 5 y un 25% a mujeres que acaban de dar a luz.
Su ocurrencia ronda los 3 primeros meses aunque puede ocurrir incluso al año del parto.
Las causas pueden ser los cambios hormonales, tras el alumbramiento se alteran los niveles de las hormonas (progesterona y estrógenos) que han proporcionado energía durante el embarazo. Los niveles de estas desciende de forma brusca ocasionando cambios en el estado emocional.
Otras causas son el cambio en el estilo y ritmo de vida, el aumento de las responsabilidades, la falta de sueño, cambios en la relaciones sociales y de pareja, menor tiempo para una misma, la dificultad en conciliación laboral,…
Los síntomas giran en torno a sentimientos de ansiedad, tristeza, desinterés, apatía, culpabilidad y a pensamientos negativos relacionados con el bebé y de inutilidad ante la nueva etapa.
En estos casos el tratamiento psicológico y farmacológico son las opciones recomendadas. En cuanto al tratamiento psicológico se opta por la terapia cognitivo-conductual y la terapia interpersonal.
Tu vida, durante los primeros meses, se torna caótica
No quiero hablar aquí de la dificultad de conciliar la vida laboral y familiar pero la realidad arroja a la cara, lo complicado del papel de la mujer-madre en todo esto. He tenido claro las concesiones que hago de las determinadas facetas que me definen, cuando decidí ser madre. Aun así está siendo duro ya que no dejo de sentir, aunque sea un instante, la sensación de hacer algo mal cuando me marcho a trabajar y dejo al niño.
Imagino que con el comienzo de ir a la guarde o al colegio se establecerá una rutina más estable. Hoy por hoy, muevo agenda continuamente para cuadrar trabajo con horario de mi pareja, organizar los días que viene Sandra a cuidar al niño, pediatra y dermatólogo (en los últimos meses lo hemos estado viendo semanalmente por el problema de piel atópica del que os hablaré en el siguiente post)sacar huecos para tareas de la casa, quedar con gente… y todo me parece caótico. No hay una sola semana en la que consiga establecer un horario más o menos estable con la anterior.
El otro día mi pareja me dió un toque de atención sobre lo de llegar a casa a las 21:00 horas del trabajo y seguir, una hora más, haciendo cosas en el ordenador.
Me propuse bajar el ritmo pero creo que con el paso de los meses, he dejado de hacerlo y los cambios, no tienen valor si no se mantienen en el tiempo. Hay que volver a resetear el disco duro
Ni soy ni quiero ser una super mujer, solo quiero disfrutar de la maternidad y del resto de las facetas, desde la calma…
Vuelvo a decir, que aunque el postparto puede resultar una etapa complica la realidad es que todo pasa y la mente, consigue borrar los malos momentos e incluso algunas mujeres, hasta repiten.
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