Cuando tienes pareja estable se te olvida esa época en la que salías por las noches a ligar. Qué bien (y que mal, a veces) lo pasabas conociendo a gente. Y cuántas anécdotas recordamos, cuando nos juntamos los colegas, de aquellos maravillosos años. Hoy la mayoría estamos casados, con pareja, con hijos… en fin, la vida. Pero tras las bodas van llegando también los divorcios (la estadística es traicionera). Y aquellos que ya se habían olvidado de la ardua tarea de encontrar pareja tienen que volver a la carga de nuevo (pufff, que pereza!). Para todos ellos y para vosotros, aquí van unas “clases prácticas” sobre lo que se debe y no hacer, para tener éxito cuando queremos ligar.
QUÉ HACER CUANDO QUEREMOS LIGAR
- Mira: puede parecer un poco pasado pero no deja de ser la primera herramienta de la cual echar mano ante un desconocido. El cruce de miradas es la antesala del “Hola, ¿cómo te llamas?”. Además, la pupila se nos dilata cuando vemos a alguien que nos atrae, y con ello ya le estamos lanzando, sin darnos cuenta, la primera señal que irá directa al inconsciente del otro.
- Mueve el esqueleto: en cualquier cultura, el baile se alza como un importante elemento de socialización. Si observamos, por ejemplo, los documentales sobre tribus perdidas del Amazonas podremos ver que en sus ritos y costumbres incluyen siempre algún tipo de danza. Cuando bailamos le estamos “diciendo” a las personas de nuestro alrededor que somos una posible pareja deseable, ya que la coordinación es signo de buena salud y de fortaleza genética.
- Hazle reír: porque cuando nos reímos segregamos endorfinas y éstas producen que nos sintamos bien. Así que si estás charlando con la persona que te gusta procura que sonría a menudo para que asocie el hecho de estar contigo con sensaciones agradables.
- Quiérete: una alta autoestima (sin llegar al narcisismo, por supuesto) es un valor añadido en cualquier persona. Cuando uno se muestra seguro de sí mismo desprende un halo de atracción que es difícil ignorar. Así que antes de salir de casa, mírate al espejo y repítete a ti mismo lo mucho que vales.
- Indaga: en las primeras conversaciones es cuando decidimos si lo que nos ha gustado por fuera se corresponde con una forma de ser afín a nosotros. Por tanto, no te cortes y pregúntale por sus gustos, aficiones y hobbies. ]Eso de que los polos opuestos se atraen no es para nada cierto. Alguien con quién comprobamos que podríamos compartir actividades es mucho más atrayente que otro con quién no tenemos nada en común.
QUÉ NO HACER CUANDO QUEREMOS LIGAR
- NO corras: ir despacio es siempre una buena táctica. Aunque la pasión de los primeros momentos a veces nos envuelve en una fantasía de amor eterno y verdadero; si nos emocionamos demasiado corremos el peligro de adelantarnos a los acontecimientos. Ni se te ocurra mencionar boda, hijos, vivir juntos… etc, en la segunda cita (menos aún en la primera). Es fracaso asegurado.
- NO seas sarcástico: emplear la ironía en una conversación resulta interesante pues demuestra inteligencia y agilidad mental. Pero si cruzas la delgada línea hacia el sarcasmo conseguirás parecer desagradable y antipático.
- NO mientas: parece una obviedad pero el intento de agradar a la otra persona provoca que a veces exageremos nuestras virtudes y encantos. A ver, tampoco se trata de ir recitando tus defectos uno por uno nada más conocer a alguien, pero ten presente que si termináis saliendo juntos te va a acabar conociendo. Que no se lleve sorpresas inesperadas…
- NO hables sólo de ti: el “yoismo” (el egocentrismo, en palabras técnicas) echa para atrás. A todos nos gusta sentirnos escuchados y si monopolizas la conversación hacia el “primero yo”, “después yo” y “luego más yo”, saldrá por patas a la primera de cambio.
- NO te muestres ansioso: si después de un encuentro con alguien no te llama (y te dijo que lo haría), ni te manda el Whatsapp que esperabas (aún sabiendo que está conectado), no le “bombardees” el móvil. Si quiere volver a quedar te avisará, y si no le apetece, no lo hará por mucho que le insistas. Es mucho más efectivo hacerse el encontradizo en algún sitio y observar la reacción que tiene al verte.
Un CONSEJO FINAL, antes de terminar el post: no te estrujes demasiado los sesos en seguir estos y otros miles de consejos que circulan por la red para aprender a ligar. Lo que realmente importa y con seguridad nunca te fallará es ser tú mismo. Si alguien se enamora de ti lo hará de quién eres y cómo eres. Eso es lo único que cuenta en realidad.
Hacerse el encontradizo (a) suele ser eficaz en la medida que va enviando mensajes subliminales a aquel que queremos conquistar. Es como si de tanto vernos, de pronto comience a pensar inexplicablemente en uno. Claro que a veces hay que inventar excusas creíbles y a veces es desgastante tener que esperar a la persona hasta conseguir verla, si por algún motivo se atrasa. Pero la estrategia del encontradizo requiere perseverancia y paciencia. Que no parezca acoso y que parezca casual.
Excelentes consejos para ligar y hacerlo de manera fluida, donde se logre una gran conexión que permita momentos maravillosos tanto a corto como a largo plazo.