Ahora que casi todos llevamos un teléfono 2.0 en el bolsillo, tenemos que aprender como utilizar un smartphone e incluirlo en nuestra vida cotidiana
Estamos en un mundo cada vez más conectado entre si y en el que las relaciones personales, cómo casi todo lo demás, se han globalizado.
Tenemos herramientas a nuestro alcance para ver, oír y hablar con cualquier rincón del mundo en tiempo real y acceso a información global de manera inmediata.
Y estas nuevas posibilidades están impactando de una manera brutal sobre cada uno de nosotros.
Las nuevas opciones disponibles son realmente maravillosas, pero tenemos un problema.
Aún no sabemos utilizarlas. Y no me refiero a la parte técnica (no saber configurar Skype o autorizar tu tarjeta de crédito para pagar el euro de Whatsapp) sino a la parte personal, al impacto en cada una de nuestras vidas.
Lo nuevo, se aprende
Y eso es lo que tú y yo estamos haciendo. Estamos aprendiendo a gestionar llevar un smarthpone en el bolsillo que me tiene conectado a todos mis entornos sociales en todo momento. Lo mismo me entra un e-mail de un paciente que me comparten 100 fotos de Julio Iglesias que me dice que lo sé.
Y ¿quién me ha enseñado a gestionar esto? ¿Qué modelo familiar he tenido respecto a estar todo el día conectado?
Pues ninguno, oiga usted, que esas cosas antes no las había.
Si, nos está tocando inventarnos cuales son las normas sociales aceptables (en el cine se apaga el móvil, si estoy con un amigo tomando una cerveza no me pongo a tuitear,…) y eso no es fácil.
Porque cuando estás aprendiendo, lo que pasa a menudo es que te equivocas.
Y hace falta contestar un montón de correos de tu jefa para darte cuenta que no es sano tener el trabajo en la cabeza a la 1:30 de la noche justo cuando te vas a acostar. Cómo usar un Smartphone no es fácil de aprender.
Aceptar que me voy a equivocar mil veces no es justificación para no aprender. No se aprende de los errores, sino de lo que hacemos para solucionarlos.
Conclusión
Las tecnologías para estar todo el día conectado a tu trabajo, amigos, conocidos, las noticias del mundo,… han llegado para quedarse y por tu bien, tienes que aprender a gestionarlo. Aprende lo bueno que te ofrece, aprende cuando no quieres usarlas y acepta que te vas a equivocar en este proceso. No es fácil ser los responsables de inventar un modelo de relaciones sociales, pero es genial ser parte del cambio!
P.D. Se que os debo el último artículo sobre ansiedad que termina la trilogía que prometí. Estoy en ello
La verdad es que nunca me había planteado el tema del uso de las nuevas tecnologías desde la perspectiva que presentas. Me parece muy original y refleja la realidad social. Estamos aprendiendo porque no nos lo pueden enseñar, pues como tú dices, antes no existía. Qué razón tienes!
Y no solo las que ya tenemos, sino lo que queda por venir. Impresión 3d, tecnología en la ropa, implantada, google glass,… vamso a tener que generar muchas normas soicales nuevas para gestionar todas las herramientas que tenemos y que están por venir
La reflexión me ha parecido genial, no solo por aprender a usar la nueva tecnología que tanto cambia sino también, por formar parte de este cambio. Con la nueva tecnológica tengo la sensación que cuanto más aprendo a manejarla, más cuenta me doy de todo lo que me queda por aprender,…y me planteo, ¿hasta dónde puede llegar esto?
Me estoy acordando de la serie Black Mirror de Charlie Brooker, que aunque tiene un visión algo futurista nos acerca, en parte, al posible alcance de la tecnológica. El director afirma que «Si la tecnología es una droga -y se siente como una droga- entonces, ¿cuales son los efectos secundarios?. Esta área -entre el placer y el malestar- es donde , mi nueva serie, está establecida»
Aunque ya se ven algunos efectos secundarios del mal uso de la tecnología, las ventajas que aporta me parecen abrumadoras.
Me ha encantado el post, porque tienes razón y es un excelente planteamiento: estamos inventado una nueva forma de vida social, y no nos podemos abandonar a ella. Yo precisamente estoy enganchadísima al teléfono, y me cuesta desconectar muchísimo para dormir, y se que gran parte del problema es mi smartphone
Saludos!
Mea legro mucho que te haya gustado el post Laura.
Tenemos que aprender cuando «estar conectados» y cuando estar «off line». Y seguro que lo conseguiremos!!
Por otro lado, hay que parender a desenchufr el móvil. es cierto que de primeras puede causarnos mucha ansiedad, pero cuando superas el miedo inicial a » esta desconectado» descubres que es realmente agradable tener momentos en los que naie puede intererir en lo que este haciendo (incluso cuando no estás haciendo nada).
Un saludo