Los perfumes tienen un fuerte arraigo en nuestra sociedad. Tanto que incluso ha llegado a comentarse que un mundo sin perfumes sería igual a un mundo sin historia. Y es que si bien es cierto que la procedencia de estas fragancias no está clara, tan solo hay que recordar su importancia desde tiempos antiguos y en todas las civilizaciones. Los perfumes y el cerebro, que mundo más controvertido
No hay que olvidar que las materias primas que se emplean hoy día para crear perfumes, en tiempos atrás fueron regalos muy preciados que constituían toda una declaración de admiración y respeto.
Desde la Edad de Piedra hasta los perfumes online
El propio origen de su nombre, “perfume”, hace que nos remontemos a la Edad de Piedra. Por aquel entonces los hombres incineraban maderas aromáticas para complacer mediante el humo (perfummum) a sus dioses. En pueblos como el árabe, el griego o el egipcio, el hecho de perfumarse en sí se convertía en un auténtico rito.
Ahora, en pleno siglo XXI, los perfumes continúan teniendo un rol fundamental en nuestro día a día. Tanto que ya tenemos la oportunidad de comprar estos productos cómodamente a través de Internet.
Expertos señalan que los perfumes unen lo mágico con lo misterioso, que se trata de un sueño y también de su interpretación, una melodía de distintas esencias combinadas de manera que se perciben como una sinfonía que tiene personalidad propia. Por otro lado, una fragancia habla de la personalidad, el carácter y el estilo de cualquier persona que presume de saber lo que quiere en la vida, toda vez que resulta uno de los complementos indispensables de un guardarropa.
Lo curioso de los perfumes es que llaman la atención sin tan siquiera verlos, logrando seducir, embrujar y atrapar. Especialistas en la materia apuntan que el uso de estas ricas esencias mejora la autoestima y promueve las relaciones sociales. Tanto mujeres como hombres utilizan los perfumes para sentirse bien consigo mismos, pero también para agradar a los demás. Se trata de un complemento importante de su personalidad y estado anímico, con una proyección social mayor de lo que puede apreciarse a simple vista. Es por ello que existe una amplia oferta de fragancias para personas de todo tipo.
Despertando emociones
Cuando se inhalan los perfumes a través de la nariz, el cerebro los reconoce y clasifica, mediante el sistema límbico, que guarda una íntima conexión con el centro emocional humano y con la memoria a largo plazo. Así, este sistema límbico uniría aromas, recuerdos y emociones.
Pienso, luego siento. Entre el pensamiento y las emociones
Al igual que los aromas, los colores también se conectan al sistema límbico y de esta manera, a las emociones. Las preferencias de color expresan condiciones emocionales, y una manifestación de los estados de ánimo y la visualización de determinados sentimientos. Es por esto que, como aromas y colores se procesan en el mismo centro cerebral, despiertan juntos sentimientos y emociones de todo tipo, tales como la pasión, el amor, etc.
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