Pensar en algún libro que os haya gustado y recordar la historia que contaba. Seguramente había multitud de personajes, muchos protagonistas y otros secundarios, a veces también, secundarios que se creían protagonistas.
Conocemos a multitud de personas, y no todas, hemos decidido que sean protagonistas de nuestras vidas. Otros en cambio, fueron protagonistas y ahora ni secundarios, cada etapa nos trae nuevas personas y también nos aleja de otras. Este alejamiento no siempre es debido a que haya ocurrido nada grave sino más bien por un cambio de ciudad, una relación sentimental, los horarios laborales, la maternidad,… son suficientes motivos para ver menos a alguien y para pasar más tiempo con otros.
Pero, ¿por qué nos cuesta tanto mandar a paseo a determinadas personas con las que no nos sentimos bien?
La mayor fuente de estrés que experimentamos las personas tiene que ver con las relaciones interpersonales que mantenemos, por este motivo hemos de decidir adecuadamente quiénes queremos que ocupen una parte protagonista en nuestra vida.
Está claro que una familia no se elige, no elegimos a un padre o a una madre, pero si podemos elegir a aquellas personas que son importantes para nosotros en el momento actual. Me refiero por ejemplo, a los amigos o a aquellas personas que nos importa lo que nos digan y descartar aquellos otros que nos ofenden, nos infravaloran, nos hacen sentir mal, nos chupan la energía,…para todo esto no hemos de perder el tiempo.
¿Cuáles son las características de las personas tóxicas?
Todos podemos tener un mal día y no ser la mejor compañía en ese momento, pero eso no nos convierte en personas tóxicas o a lo mejor resultamos tóxicos para alguien y no lo sabemos.
Hay personas tóxicas que convierten las relaciones en las que están inmersos en relaciones tóxicas, por diversos motivos:
- siempre están de mal humor
- son criticones
- solo hablan en negativo
- se quejan continuamente
- no escuchan
- exigen posicionamiento
- se consideran portadores de la verdad absoluta
- no aceptan la crítica
- no reconocen que se equivocan
- hacen leña del árbol caído
- tan solo hablan de ellos mismos
- …
No somos tan malas personas que deseamos que éstas otras sean eliminadas pero ¿qué podemos hacer con ellas?
Es posible que no podamos dejar de verlas ya que por diversos motivos seguiremos manteniendo algún tipo de contacto debido a que es:
- un compañero de trabajo
- la amiga de una amiga que se une a todo
- la pareja de alguien importante para ti
- un miembro de tu familia
- el jefe
- alguien que está en tu mismo grupo de voluntariado
- el vecino del cuarto
- tu compañero de piso
- ….
Sí podemos protegernos de ellas decidiendo que se conviertan en actores secundarios, por ejemplo:
- quitando importancia aquello que dicen
- dejando de estar hipervigilantes a las tonterías o maldades que hagan o digan
- ignorando determinados comentarios
- experimentar un sentimiento mayor de pena por ellos y no tanto de asco
- utilizar el humor y la ironía para quitar hierro al asunto, unas veces hacia ellos y otras veces úsalo para ti mismo
- dejar de sentir rencor por algo que hayan dicho u hecho, ya que sentirlo es una forma de seguir controlado por otros
- no dejes de asistir a determinados sitios por el hecho de que ello vayan a estar
- no pretendas que sea la persona la que cambie sino asume que eres tu a quien le ha de dar igual como es el otro
- …
Todo esto con la finalidad de que la simple presencia de esas personas tóxicas, no llegue a afectarnos de la misma forma que lo haría sí las consideráramos figuras significativas
¿Se te ocurre alguna forma más?
Todos los que escribís esa palabras sois lo que decís que son los demás.
Hola Ignotis.
Lamento estar en total desacuerdo con tus palabras.
No comprendo ni porque las dices ni a que te refieres.
Un saludo