Oiga, doctor,
Devuélvame mi depresión,
¿no ve que los amigos se apartan de mí?
Dicen que no se puede consentir
Esa sonrisa idiota;
Oiga, doctor,
Que no escribo una nota
Desde que soy feliz
Muchos habréis reconocido estos versos de la canción Oiga Doctor de Joaquín Sabina.
Evidentemente nadie quiere tener una depresión y casi todos tenemos claro que nuestro objetivo en esta vida es ser feliz.
Pero escuchando esta gran canción no he podido evitar pensar en lo aburrido que sería un mundo perfecto, siendo todos iguales, felices y sonrientes.
Afortunadamente, esto no es así, y existen tantas personas diferentes como personas vivimos en este mundo.
Y además hay guapos y feas, listas y tontos y gordos y delgadas.
Cada persona es de una manera individual y única. Y cada decisión que tomamos nos va convirtiendo en la persona que somos:
- Hacer deporte a diario
- Fumar
- Esforzarse para ganar dinero y tener cosas o decidir vivir con lo mínimo y austeramente son decisiones que cada uno de nosotros tenemos que tomar (aunque a veces no somos conscientes de tomarlas).
- …
Lo importante es ser conscientes de las decisiones que tomamos y aceptar las consecuencias de las mismas.
Si he decidido vivir con lo mínimo y sin trabajar y deseo comprarme el último Ipad, lo pasaré mal.
Si trabajo duro todos los días para labrarme una carrera profesional, seré infeliz si me amarga continuamente levantarme a las 6:30 de la mañana.
Somos libres de elegir diversas opciones para vivir nuestra vida. Y seremos personas más felices si aceptamos las consecuencias.
Y si no nos gusta algún aspecto de nuestra vida, pues tendrás que cambiarlo. No es posible cambiar la situación sin cambiar nada (o dejo de desear el Ipad, o busco la manera de ganar dinero).
En muchas ocasiones no estamos satisfechos con nuestra vida y no sabemos dónde realizar un cambio. En esas ocasiones, puede ser una buena idea consultar con un psicólogo.
¡Y si estás satisfecho con tu depresión, no la cambies!
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