¿No te pasa qué…?
Acabas de salir de una primera cita con una persona con la que no se ha encendido la chispa y te quiere besar, aunque a tí no te convence del todo. Estás hasta arriba de trabajo y un amigo te pide un favor. Tu jefe te llama a última hora para que cubras un turno a pesar de que ya vas pasado de horas este mes…
¿Qué tienen en común estas situaciones? ¡Fácil! Las tres se resolverían dando una respuesta negativa a la otra persona: lo siento, pero creo que no hay química suficiente entre nosotros. Me encantaría ayudarte, de verdad, pero este fin de semana es imposible. A pesar de que me gustaría, necesito tiempo para descansar y pasar tiempo con la familia.
Asertividad: ¿Qué es? ¿cómo se trabaja?
A simple vista no parece complicado, pero… ¿Quién no se ha sentido incómodo alguna vez por tener que dar una respuesta negativa a alguien? A veces podemos llegar a sentir culpa, malestar, y remordimientos e incluso llegarnos a preguntar ¿soy peor persona por decir «NO»? la respuesta es sencilla, el ser humano es libre de pensamiento y de acciones, y es completamente lícito que en algunas ocasiones tengamos que negarnos a hacer algo o rechazar alguna petición, en favor de nuestros propios intereses y necesidades. Es entonces cuando entra en juego un concepto, del que seguro todos habéis oído hablar, la Asertividad.
La asertividad es un modelo relacional y comunicacional, a través del cual expresamos nuestros sentimientos, pensamientos e ideas de forma adecuada y respetuosa, de manera que entre los interlocutores se crea una comunicación más eficaz. Podríamos decir que la asertividad encuentra el equilibrio entre la agresividad y la pasividad o sumisión. Se consideran conductas asertivas algunas como, por ejemplo: negarnos a peticiones, manifestar nuestros derechos, intereses o necesidades y expresar acciones que nos han herido o molestado.
Ser una persona asertiva tiene beneficios como:
- Potencia la confianza y seguridad en nosotros mismos, además aumenta nuestra autoestima y sensación de libertad.
- Evita la sensación de manipulación y de complacencia, ambas a largo plazo perjudiciales en las relaciones con los demás.
- Nos permite tomar decisiones más correctas y en consonancia con lo que pensamos, provocando una mayor armonía y coherencia con nosotros mismos.
- Evita que nos impliquemos en cosas de las que luego nos podamos arrepentir.
Técnicas de asertividad
Ahora que ya sabemos un poco más sobre la Asertividad, vamos a centrarnos de manera más específica en las conductas de rechazo de peticiones, y veremos algunas técnicas para hacerles frente:
Agradecimiento + negación:
Una frase de agradecimiento siempre es señal de respeto y rebaja la posible tensión.
Ejemplo: «Lo siento, pero no me apetece, este fin de semana me gustaría descansar.»
Busca puntos de coincidencia:
Descubre si hay algún punto en común y enfatízalo con frases como: «a mí también me lo parece», «creo que es una idea genial», «coincido contigo en..», «tienes razón en que…»
Ejemplo: “Yo también creo que es un plan genial, y aunque me gustaría ir, el domingo no puedo.”
Justificar:
Decir «NO» a secas es una opción un poco cortante para la otra persona, escuchar un “no puedo” o “no quiero” provoca rechazo instantáneo, sin embargo, si añadimos una justificación a la respuesta, el mensaje que recibe la otra persona es más comprensible.
Ejemplo: «Me encantaría acompañarte, pero en este momento no puedo, voy a ir a ver a mi madre y me quedaré en su casa toda la tarde.»
Aplazar la decisión:
En algunas ocasiones no podemos responder de forma inmediata, no tengas prisa en dar tus respuestas. Puede ser que un primer momento te sientas obligado a aceptar, y que cuando pienses mejor la situación te des cuenta de que puedes negarte sin problemas.
Ejemplo: «Ahora mismo no puedo darte una respuesta seguro, te escribo mañana y te lo confirmo.»
Buscar alternativas:
Útil cuando queremos aplazar o negociar las condiciones. Podemos utilizar frases como: «hoy me resulta imposible, pero estoy libre este finde», «podemos buscar otro momento…»
Ejemplo: “Lo siento, pero hoy trabajo hasta tarde, ¿qué te parece si vamos mañana después de comer?”
Técnica del sándwich:
En esta técnica utilizamos tres mensajes diferentes, primero un positivo, seguido del mensaje negativo, y otro positivo para terminar.
Ejemplo: “Agradezco que pienses en mí (positivo), pero hoy tengo cosas que hacer en casa (negativo), te llamo mañana y hablamos por si podemos ir en otro momento (positivo)”
Ahora que ya conocemos algunas técnicas lo más importante es ponerlas en práctica en diferentes situaciones. Al principio, como todo aprendizaje en la vida, nos resultará costoso, pero con el paso del tiempo, iremos dominando esta forma de comunicación y comprobaremos el poder que tiene si se realiza de forma adecuada.
Mejorar la asertividad: Banco de Niebla
Técnicas Asertivas: Disco Rayado
«La mitad de nuestros problemas en la vida pueden ser identificados por haber dicho que si demasiado rápido o por haber dicho que no demasiado tarde.»
Josh Billings
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