Si quieres superar el miedo al fracaso, habrás visto que hay infinidad de libros y videos sobre cómo hacerlo.
El gran miedo al fracaso.
Este temor es tan grande porque cuando queremos hacer las cosas bien, fusionamos lo que somos con lo que hacemos.
Entonces si sale mal somos menos válidos.
Nuestra autoestima se ve muy tocada y comenzamos a machacarnos diciéndonos “soy un desastre”
En este post quiero darte 4 claves que te ayuden a dar grandes pasos contra el miedo al fracaso.
1.Decir no a las valoraciones globales o como no convertirse en una etiqueta con piernas
Me gustaría que imagines algo. Vas en el tren y de repente justo al lado de ti, se sienta una chica o un chico que te gusta.
Os estáis mirando y realmente querrías decirle algo. Pero no das con las palabras adecuadas.
De repente el chico o la chica se baja una estación antes que tú. Y sigues pensando en ello, hasta llegar a tu destino.
“Si le hubiese dicho algo, tal vez tendría su número de teléfono” piensas, y continuas “soy un total fracaso, nunca tendré novio/a, no sé cómo dirigirme a una chico/a sin fastidiarla”
Ahora me gustaría que te fijes bien, en lo que ocurre aquí. La persona de nuestra historia acaba de perder una ocasión para decir algo que quería decir, y no se ha llegado a atrever.
Podría decir “acabo de perder una oportunidad de hablar con este chico/a, ha sido molesto no haberlo hecho”
En lugar de eso ha dicho, soy un total fracaso, nunca encontrare pareja, no se dirigirme a una chico/a sin fastidiarla.
Al decir que es un total fracaso, está diciendo algo como, nada en mi vida vale la pena. No os lo he contado, pero esta persona, la semana pasada consiguio un nuevo trabajo en la radio e hizo una nueva amistad en la ciudad a la que se dirige en el tren.
Es un total fracaso… ¿tú qué opinas?
En realidad, nadie es un total fracaso, pero son palabras que nos decimos o nos dicen y solo causan malestar en nosotros, minando nuestra autoestima.
Por eso es tan importante dejar de valorarse globalmente (como una etiqueta) y empezar a valorarse en situaciones concretas.
Por ejemplo,en esta ocasión a nuestro o nuestra protagonista, le ha sido difícil hablar con una persona con la que le apetecía hablar. En una nueva ocasión esto puede cambiar.
2.Hacer las cosas sin pensarlas dos veces (o tres, o cuatro o hacia el infinito y mas allá)
Quizás en este punto ya intuyáis por donde voy a ir.
¿Que le ha pasado al personaje de nuestra historia?
Deseaba hablar con la chica o el chico que tanto le había interesado, pero se repetía constantemente un pensamiento en su mente.
Algo así como :“Si lo intentas seguro que se ríe de ti, no sabes hablar bien, lo más seguro es que se cambie de asiento mientras me mira con cara de asco”
Os imagináis que se dijo esto todo el camino, a cada frase ocurrente que se le ocurría, saltaba este pensamiento en su mente.
Si identificas este tipo de pensamientos, podrás comenzar a dejarlos a un lado y el miedo al fracaso disminuira.
Es importante identificarlos, si no se detectan tampoco se pueden dejar a un lado y te quedaras pegado a ellos.
No es tarea fácil. No siempre se consigue, pero ocurren cosas diferentes cuando se logra.
3.Saber que algo va a salir mal, pero probarlo de todos modos
Esto es una estrategia mental (ahora lo llaman hacking mental o arte de burlar las trampas de tu cerebro).
En realidad, nunca se puede saber con total certeza que algo va a salir mal.
Se puede preveer, intuir.
Entonces, sabiendo que no puedes adivinar que algo saldrá mal con total certeza. Cuando la ocasión lo merezca, es interesante que pruebes a hacer aquello que intuyes que no dará buenos resultados.
El campo de las cosas que podrían salir mal, y terminan saliendo bien es muy fértil.
Te puedes dar un batacazo eso también es probable, pero estas dispuesto a aprender ¿no?
4.Reírse de uno mismo
El humor es una llave maestra contra el miedo al fracaso.
Fracasar con humor es un arte, y no siempre se consigue. Al igual que dejar a un lado ciertos pensamientos es una práctica que merece la pena cultivar.
No todos tenemos el mismo humor, es algo que habrás podido observar.
En mi caso mientras estoy ahora escribiendo este post, me viene a la mente Woody Allen y quiero poneros un ejemplo en este post.
Aquí podéis ver una escena en las que hace comedia del fracaso.
Podríamos decir que el humor es como una especie de vacuna contra la frustración que provoca fracasar.
O diciéndolo de otra forma –cuando te ríes de tus derrotas ya estas aceptándolas de algún modo-
Aceptar el fracaso, ya es parte de la perdida del miedo.
Hemos llegado al final, si te apetece comentarme algo aquí abajo estaré encantado de responderte y como en todos los post lo puedes compartir con quien te apetezca.
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