Tengo que reconocer que, como psicólogo, se bastante poco sobre Alzheimer.
Si me atrevo a escribir un post sobre Alzheimer, es porque voy a hablar de algo que si conozco un poco más. Trabajar con familiares de personas con Alzheimer a las que ayudo a saber cómo gestionar esta situación.
Cuidar no es fácil.
Los cuidados para Alzheimer, de edad avanzada, junto al dolor que provoca ver el deterioro cognitivo de alguien a quien queremos mucho, en demasiadas ocasiones, es el detonante para perder el equilibrio psicológico precario que solemos tener.
Cuidar no es fácil. Es más, cuidar es difícil. Y si encima no tenemos las habilidades necesarias, el tiempo necesario y los recursos apropiados, puede convertirse en un auténtico infierno.
Vamos a ver 5 consejos para familiares de enfermos con Alzheimer
1º Mide tus fuerzas, recursos y posibilidades.
Saber tus fuerzas, recurso y posibilidades es básico para poder afrontar la situación de cuidar a un familiar con Alzheimer.
Ten claro del tiempo que tienes para cuidar, la exigencia de cuidados que requiere la persona enferma, que recursos económicos tienes para generar apoyos y ayudas. Que recursos residenciales tienes. De que posibilidades de apoyo dispones.
La buena voluntad, el amor incondicional y la resignación están muy bien, pero esta enfermedad puede ser muy larga y necesitas tener claro con que recursos cuentas o vivirás con la sensación de no llegar nunca a cumplir las expectativas y exigencias que tu mismo y la situación requiere.
2º Busca apoyos.
Asociaciones de familiares de personas con Alzheimer, formación específica, un psicólogo que te ayude a gestionar emocionalmente la situación.
Leer libros sobre como cuidar, buscar información de calidad en internet, hablar con personas que hayan pasado por tu misma situación.
Cuidar a un familiar con Alzheimer es difícil y muy duro emocionalmente. Toda la ayuda que seas capaz de conseguir es poca, así que busca todos los apoyos posibles. Seguro que te hacen falta.
3º Olvida “los deberías” céntrate en los “me gustaría” y en los “puedo hacer”
Cuando cuidas a alguien con Alzheimer a quien quieres, es muy habitual tener la sensación de “debería hacer más y mejor”.
Es muy fácil que nos invada la culpa cada vez que hacemos algo distinto a cuidar y acabemos viviendo con niveles muy altos de ansiedad.
Si te centras en lo que quieres hacer (esto es, un deseo, no una obligación) y lo que puedes hacer (asumir las limitaciones), más que en lo que deberías hacer (una obligación moral poco racional), podrás valorar hasta donde llega tu capacidad de apoyo y podrás aportar tu mejor versión como cuidador.
Si te conviertes en esclavo de tus deberías, nunca será suficiente y siempre tendrás la sensación de que deberías hacer más.
4º Déjate cuidar
El cuidador suele necesitar ser cuidado. No te conviertas en un Quijote contra los molinos y acepta tu debilidad, tu miedo y te necesidad de apoyo y comprensión.
Los buenos cuidadores saben que necesitan ser cuidados y apoyados y pedir que te cuiden no es un síntoma de debilidad sino de inteligencia.
5º No te olvides de reír (ni de llorar)
El humor es el pilar clave de la resiliencia y no hay situación, por dramática y dolorosa que sea, que no permita un momento para el humor.
Ríete de ti mismo, ríete con tu familiar enfermo. Deja que te hagan reír, tratar de robar una sonrisa a los tuyos.
Cuando te digo que no te olvides de reír, en realidad quiero decir que no te olvides de sentir. Permítete sentir el dolor y la pena. Permítete expresar ese dolor.
Permítete estar serio y con pocas ganas, Permítete sentir todo lo que necesites sentir.
Cuidar a tu madre o tu padre con Alzheimer seguramente será una de las pruebas más duras que te ponga la vida delante. Espero que estos 5 consejos te ayuden a comprender que el cuidador necesita ser cuidado y que buscar apoyo y saber cuales son tus fuerzas y recursos es básico.
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