Si algo hemos demostrado durante estos dos últimos meses es que la unión de todas las personas es esencial para cumplir objetivos comunes de salud y bienestar. No habría sido posible librar esta gran batalla sin la ayuda de la iniciativa solidaria de muchos ciudadanos: se cosieron miles de mascarillas, se crearon nuevas formas de construir respiradores, se organizaron redes vecinales para llevar la compra a los más vulnerables, se abrieron líneas de apoyo psicológico, se realizan donaciones de alimentos,… En definitiva, se pusieron en marcha muchas acciones por parte de la ciudadanía por y para cuidarnos unos a otros. El voluntariado ha estado en auge.
Reflexiones para fortalecer la unidad familiar
Relacionado con la iniciativa solidaria social nos encontramos con las actividades de voluntariado que es una forma más organizada y regulada de prestar nuestra ayuda de forma altruista a la comunidad o al medio ambiente.
¿Cómo puedo ayudar?
El voluntariado es beneficioso en un doble sentido: por una parte es beneficioso para las personas a las que va dirigido, pero por otra parte, también nos reporta beneficios a nosotros mismos.
El voluntariado te hará practicar conductas de amabilidad, empatía, respeto y solidaridad. Este tipo de conductas son enriquecedoras y te conducen a sentirte más pleno y realizado.
En el General Health Questionnaire (Cuestionario General de Salud), un instrumento que medía la salud mental y el bienestar (y cuyas puntuaciones más bajas se consideraban más saludables), las personas que hacían voluntariado puntuaron en promedio 10.7. Por otro lado, el promedio entre las personas que no hacían voluntariado era de 11.4.Los autores opinan que el voluntariado podría proveer un sentido de propósito a nuestras acciones y que este podría ser una fuente de experiencias positivas para las personas.
Es el momento idóneo para que nos preguntemos ¿Puedo emplear algo de mi tiempo y una parte de mí mismo para beneficiar a los demás? ¿Cómo puedo ayudar?
Antes de comenzar algún tipo de voluntariado es necesario que investigues en con qué causa social te quieres implicar o con cuál te identificas más. A día de hoy hay muchísimas opciones y gracias a Internet podemos investigar la labor que realiza cada una de ellas. Si no compartís la causa social de la entidad, no podéis comprometeros o sólo buscáis un beneficio subyacente al voluntariado (por ejemplo reconocimiento social o laboral) mejor no os impliquéis en ninguno, al final será contraproducente para las dos partes.
Beneficios del voluntariado
A pesar de que el trabajo de voluntario se realiza por solidaridad y sin esperar nada a cambio, obtienes ciertos beneficios psicológicos inherentes:
– Fortaleces tus valores de: amabilidad, generosidad y empatía, y además, ofrecer tu ayuda te hará sentir gratitud y satisfacción personal.
– Vives nuevas experiencias positivas y que te harán salir de la rutina.
– Conoces a nuevas personas, aprendes de ellas y descubres el lado más humano de la sociedad.
– Aprenderás que hay más medios a parte del dinero para conseguir un objetivo.
– A menudo afirmamos que somos personas altruistas y solidarias pero no ponemos en marcha ninguna acción para demostrarlo.
– El voluntariado hará que vivas acorde con tu forma de pensar.
– Focalizar tu atención en situaciones externas hará que reevalúes y cuestiones tus propias preocupaciones, es una forma de relativizar nuestros problemas y adquirir nuevas visiones y puntos de vista.
– Ayudar a la gente hará que te sientas útil y más realizado. “Descubrir la energía interior y entregarla para renovar el mundo; he aquí el altruismo.” (Rafael Barrett)
– Aumentas tu motivación intrínseca, a grosso modo, la motivación intrínseca sería aquella que nace de nuestro interior y que nos empuja a hacer actividades por el mero hecho de realizarlas, sin ninguna recompensa externa. La motivación intrínseca hará que te sientas satisfecho con las acciones que realizas.
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