Llevamos unos años de color gris, y no porque se anuncie tormenta, sino más bien por las sensaciones y emociones en las que sin darnos cuenta estamos inmersos…tristeza, cabreo, impotencia, frustración, …
Hay una canción de Sabina, que habla de 100 mentiras que hacen que la vida valga la pena…de esa misma canción quiero hablaros, pero no de mentiras sino de verdades. Desde aquí, le pido permiso al maestro.
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Tenemos memoria
Los recuerdos que vienen y van reflejan lo que es nuestra vida…vida a la que hay que cuidar para poder disfrutarla, aunque haya a veces que sufrirla. La memoria nos permite recordar a aquellos que no están, pero si están porque los recordamos.
La memoria nos permite construir, crear y sobre todo imaginar.
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Tenemos amigos.
Personas elegidas por unanimidad que nos han acompañado en diferentes momentos de nuestra vida, personas diferentes a ti y otras más parecidas.
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Tenemos la risa
¡Y es gratis! Reírse en algún momento del día es uno de los mejores placeres que se les puede dar a nuestra mente. Reírse del mundo y de uno mismo, no son atentados ni inmoralidades,…
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Tenemos presente
El aquí y el ahora, decidir cómo quiero vivir este momento, este instante.
Si no te gusta el final, cambia el principio
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Tenemos talones de Aquiles sin fondos.
La debilidad no es signo de inferioridad sino de sensibilidad. Los puntos flacos también nos definen y nos hacen humanos, no divinos…el problema no es la debilidad sino lo que hacemos con ella.
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Tenemos heridas, tenemos medallas, laureles de gloria y coronas de espinas
Y que bien tener de todo, fracasos y triunfos, significa que lo intentamos.
A parte de todo lo que nombras, entre esas pequeñeas cosas que hacen que la vida valga la pena yo incluyo «la paja mental». Poder dedicar un rato todos los días a divagar sin objetivo, a darle vueltas a una ida en la cabeza aunque sepas de antemano que no te va a llevar a ningún lado me parece uno de los grandes lujos que podemos permitirnos.
Una de las mias ahora mismo eres TU.
La vida hay que «sentirla», los comentarios son importantes, todos buscamos nuestro rayo de sol.
Mi hija tiene EM y, como podéis comprender asumir algo así es difícil pero siempre, siempre, hay motivos para soñar.
Envio esta contra de la Vanguardia y una web que puede interesar o ayudarnos a reflexionar para aprender a vivir lo que realmente es importante.
Gracias por tu comentario Maria Dolores y por la lección que encierra.
Y gracias por el enlace para conocer más sobre esclerosis múltiple.
Y hago mía tu reflexión: Siempre hay motivos para soñar.
Totalmente de acuerdo. Las pequeñas cosas son las que mas valor tienen en mi vida. Pero esto tuve que aprenderlo de una suma de errores y fracasos, enfermedades y tropiezos. Por eso, valoro mis caídas, porque me hicieron fuerte y me aportaron conocimientos. Muy buena entrada! Un abrazo =)
Soledad, cuando nos pasan cosas (buenas o malas), lo de menos es lo que nos ha pasado. Lo que importa es la conclusión que sacamos de lo que nos ha sucedido. Quien valora sus caidas y tropiezos como fuente de sabiduria, no digo yo que se convieta en sabio, peor está en el camino.
Gracias por tu comentario y otro abrazo para ti también!!