Os ganaréis el pan con el sudor de vuestra frente. ¡Y que lo digas!
Fuera de que a casi todos (por no decir todos) nos cuesta levantarnos los lunes por la mañana, cuando queda aún toooooda una larga semana de curro por delante, resulta altamente gratificante tener el privilegio (porque hoy día lo considero así) de poder trabajar en aquello que te gusta (y que encima te paguen por hacerlo).
En cambio, cuando a lo que te dedicas no te resulta interesante, la rutina del trabajo puede arrastrarte a una espiral de aburrimiento, desdén e incluso depresión.
Trabajamos unas 40 horas semanales de media, 48 semanas al año y unos 40-45 o más años a lo largo de nuestra trayectoria profesional. Es muchísimo tiempo de nuestra vida y hay que procurar que no se convierta en una condena.
Por tanto, en este artículo analizaremos los aspectos positivos y negativos que aporta el trabajo a nuestra vida cotidiana para detectar aquello que podemos mejorar o alcanzar. Así que os preguntamos: ¿qué es lo mejor y lo peor del trabajo?
ASPECTOS POSITIVOS:
Relaciones sociales: el trabajo es un espacio ideal donde poner en práctica nuestras habilidades sociales y ampliar nuestro círculo de conocidos. Pasamos, como hemos dicho, una media de 40 horas semanales con los compañeros de trabajo. Vamos a desayunar con ellos, les contamos problemas que nos surgen y les pedimos ayuda en determinadas ocasiones. A veces discutimos y otras nos vamos de cena. Como veis, es una estupenda oportunidad para estrechar lazos y forjar amistades.
Sentirte útil: este aspecto está relacionado con la autorrealización personal. Si miramos la pirámide de necesidades de Maslow (psicólogo estadounidense del siglo XX que centró sus trabajos en los procesos de búsqueda de la autorrealización personal) podemos observar que una persona, para ser feliz, tiene que tener una serie de necesidades vitales cubiertas. Empezando por las necesidades básicas (alimentación, higiene…) y culminando, precisamente, en la autorrealización. El desempeño de un rol laboral, sentir que lo que haces sirve para algo y además lo haces bien, es uno de los logros que más satisfacción personal producen.
Tener tu tiempo ocupado: es curioso cómo mucha gente mantiene la creencia errónea de que sería más feliz si no tuviera que trabajar. Esto no es del todo cierto. El ocio permanente y el “no tener nada que hacer” desembocan a menudo en estados de abulia y desmotivación. Nos pasamos el año pendientes de los puentes, vacaciones y fines de semana porque al tener nuestro tiempo libre limitado, aprendemos a valorarlo más.
Sueldo: es la finalidad por la que trabajamos. ¿Quién trabajaría gratis? En este punto me gustaría añadir un vídeo que se ha hizo muy popular hace unos meses.
ASPECTOS NEGATIVOS:
Incompatibilidad horaria: aquí no me voy a extender. Pues en el post que escribí hace un tiempo, titulado Jornada intensiva ¡Ya! me explayo suficiente en este asunto.
Solo hacer un apunte: no es cuestión de dedicarle muchas horas o pocas a tus tareas laborales, sino a alcanzar tus objetivos concretos. ¿Qué más da a qué hora sea eso? Cuando los empresarios entiendan que no rinde más un trabajador por estar más horas sentado en la oficina sino por el grado de motivación que tenga, quizás comprendamos (como han hecho nuestros vecinos europeos) que nos urge una reforma laboral para conciliar definitivamente entorno laboral y familiar.
5 ventajas de trabajar por objetivos
Estrés: el trabajo puede ser en ocasiones una fuente importante de estrés, generado a su vez, entre otros factores, por los conflictos y diferencias con los compañeros o por la carga laboral excesiva. La cuestión está en saber afrontar y solucionar los problemas en el momento en el que surgen, dentro del entorno de trabajo; de manera que no te afecten en tu vida personal. ¿Cuántas veces hemos llegado a casa dándole vueltas aún a la discusión que he tenido por la mañana con mi jefe o al informe que no he podido terminar hoy? Es muy importante aprender a dejar nuestro rol laboral “aparcado” en la oficina antes de volver con la familia y DESCONECTAR.
Insatisfacción: llega un momento en la vida laboral en la que hay que tomar decisiones. Si día a día compruebas que tu trabajo no te aporta la satisfacción esperada, que para ir a trabajar necesitas casi que te empujen hasta la entrada y que sueñas con otro tipo de empleo, quizás ha llegado el momento de decir adiós. Renovarse o morir, dice el lema. Siempre que tus circunstancias personales te lo permitan, claro está. Para ello, si tienes que formarte primero, que no te frenen cuestiones como la edad o la pereza. Siempre hay tiempo para aprender, pero hay que saber gestionarlo.
Gestión del Tiempo: lo importante no es siempre lo urgente
Hasta aquí el post de hoy. Espero vuestros comentarios explicándonos qué es para vosotros lo mejor y lo peor del trabajo.
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