¿Qué merece más la pena, invertir tu tiempo en tener experiencias o en profundizar en las relaciones personales?
¿Somos más feliz teniendo unos cuantos muy buenos amigos o conociendo a mucha gente aunque no puedas profundizar mucho en estas relaciones?
Como casi siempre, seguramente la mejor opción será un punto intermedio, pero si acabo el post aquí va a quedar un poco corto de más, así que vamos a reflexionar en este artículo sobre este aspecto.
Después de leer el post de Carlos Bravo ¿Coleccionas sueños o vives de recuerdos? recordé una conversación con un amigo: Andrew es un tipo interesante. Nació en Canadá pero sus orígenes son caribeños en parte. Ha viajado por medio mundo y ha vivido en periodos de 1 o 2 años en la otra mitad. Conversar con él es un lujo porque son muchas las experiencias que tiene que contarte.
Este verano, mientras me contaba que ha decidido vivir en Cádiz (no es listo el tío ni ná), yo le pregunte cuento tiempo pensaba vivir alli. Para mi sorpresa, me dijo que no lo sabía, pero que tenía ganas de afincarse durante un tiempo largo en una ciudad, que quería profundizar en las relaciones personales más que en experiencias.
Porque cuando cambias el país en el que vives cada poco tiempo, no te da tiempo a profundizar en las amistades tanto como te gustaría. En ocasiones tienes la sensación de que no le sacas todo el jugo a los lugares y personas que conoces.
Por surte o por desgracia, el tiempo que tenemos para vivir es finito, por lo que es importante decidir a qué lo dedicamos, con quien lo pasamos y que esperamos conseguir.
Y en este punto es donde chocan los distintos intereses que podemos tener.
Vivimos en un mundo muy grande, con millones de personas y lugares interesantes, los cuales quiero conocer, pero por otro lado quiero aprovechar para pasar todo el tiempo que pueda con mi familia y mis amigos.
Y cómo decíamos al principio, quizás la fórmula menos imperfecta es poder dedicar parte de tu tiempo a tener experiencias, a conocer el mundo y a que te pasen cosas, y otra parte a profundizar en las relaciones personales.
Incluso tenemos unas normas no escritas (no sé si es “ley natural” o norma cultural) que dicen que está bien que durante nuestra juventud dediquemos tiempo a viajar, estudiar en otras ciudades, a “curtirnos en la vida”, pero de la misma forma también espera que cuando seas adulto, “sientes la cabeza”, busques un trabajo estable y formes una familia.
Yo no estoy muy de acuerdo con este guion de vida tan lineal. Normalmente el camino recto es el más corto, pero también es posible que sea el más aburrido.
10 motivos por los que no tener hijos
Prefiero dedicar momentos de mi vida a tener experiencias, a comprender el mundo y otros a construir relaciones personales, a disfrutar de los míos y a sentir que tengo cerca a todas las personas que necesito; pero con una alternancia, no dividido en dos mitades.
Estoy encantado con los proyectos en los que estoy involucrado a nivel profesional y creo que aún me queda mucho recorrido con ellos, pero espero que dentro de 15 años sean distintos a los de ahora.
Soy muy afortunado con la familia y los amigos que tengo, pero estoy convencido de que me quedan por conocer aún muchas personas maravillosas que van a formar parte de mi vida.
Así que, a la pregunta del principio, la de si es mejor invertir en relaciones personales o en experiencias, no tengo más opciones que elegir las dos opciones; tratar de mantener la perspectiva para cuando una de las dos le robe demasiado tiempo a la otra, saber parar, mirar a mi alrededor y volver a equilibrar estos dos aspecto en mi vida.
¿Y tú qué opinas?
0 comentarios