La semana pasada comenzamos contando la historia de Israel Romero quien comparte hoy la segunda parte,…si queréis no perderos la primera no dudéis en pinchar en Homosexualidad: el amor es cosa de todos
Quiero contaros algo más sobre Isra, que además es el chico que sale en las fotos tanto de este post como del anterior…que bien que nadie tenga que esconderse.Él ha sido y es una persona autodidacta, poniéndose el mundo por montera y dedicándose a lo que más le gusta la moda, espectáculos, televisión, teatro,…pero como es difícil mantenerse «vale igual para un roto que para un descosido»
Espero que disfrutéis de su segunda parte
La dureza de tomar la decisión
Seguía con mis 17 años y tras varios meses de reflexión en los que maduré los pros y contras que me ofrecía la sociedad sobre la decisión de:
- liberarme de la soga que me ahogaba y cadenas que me hacían arrastrar un peso, en el que personalmente no me dejaba avanzar ni en la vida ni como persona
- callarme y engañar a la gente que me rodea y me quiere y privarles de conocerme como realmente soy y de no aceptarme a mí mismo
Eran muchos factores que sembraban miedo y duda en esta encrucijada de tener que luchar contra mi mismo para encontrar el camino correcto, eran muchas preguntas como “¿me aceptará mi familia, amigos, etc…si les digo que soy homosexual ?
La incertidumbre de no saber la reacción de la gente hacia mí en el caso que saliera del armario, el no saber realmente a lo que me estaría enfrentando con esa decisión fue lo que me hizo dudar y tener miedo. No solo conllevaría un cambio en mi vida también a mi familia la arrastraría conmigo y la expondría a comentarios, críticas y al rechazo de la sociedad lo cual serian daños colaterales, que se sumaban a las circunstancias.
Sin olvidar las palabras de mi madre en ningún momento y su apoyo, incluso en mi indecisión me ayudó a conectar en mi temprana edad con mi yo interior y empecé a ver luz en ese largo y oscuro túnel donde me encontraba. Sabía que si llegaba al final la recompensa seria grande y emprendí un camino aprendiendo valores personales a través de los cuales entendí que:
- “mi felicidad estaba en mí y no en los demás”
- “aceptándome a mí mismo me sobraba el resto del mundo”
- y que lo que más valía era “luchar y mantenerme firme y fiel a mis principios y a mí mismo”
Tras estos valores aprendidos y las palabras de mi madre finalmente, cada día agradezco la decisión que tomé.
Soy homosexual, ¿qué problema tiene esto para ti?
Esa decisión tuvo su proceso y como todo proceso lo primero es RECONOCERLO Y RECONOCERME CONSCIENTEMENTE. Me sentí aliviado de dar el primer paso, el comienzo de una nueva vida y una nueva persona. Todo esto no fue seguidamente anunciado y proclamado ante mi familia ni amistades y comimos perdices y fuimos felices. Esas amistades que entraron a mi vida en esos momentos y que me ayudaron a dar el paso obtuvieron un papel importante porque para mi, fue la primera toma de contacto contra una sociedad en la que me iba a encontrar a gente que me aceptaría y otra que no pero no iba a esconderme ni agachar la cabeza por lo que soy.
La gota que colmó el vaso
Comencé a tener la necesidad de querer sincerarme y desnudarme interiormente con mi familia y con estas amistades. En ese proceso pequeño de tiempo en el que buscaba ese momento de coger fuerzas para sincerarme públicamente con los míos tuvo que pasarme algo que ya me ocurría desde el colegio pero esta vez, fue más el apuro y gran acoso discriminatorio y vejatorio.
Tras esas situaciones tan desagradables por las que tuve que pasar por lo que yo era y sentía vi claramente la respuesta a la pregunta que me perseguía de quien estaría a mi lado cuando me sincerara públicamente y eran estas amistades, las que han evitado que me sienta solo ante el acoso y la discriminación, además de anteponerse para que no llegaran físicamente a la agresión…aunque en alguna ocasión si se llegó a las manos.
La gente que estuvo a mi lado me aceptó, no por mi condición sexual sino por la persona que era yo. Descubrí que las personas te tienen que aceptar como persona…me dije ¡HASTA AQUI! ya había finalizado mi camino y había llegado el momento de descubrir al mundo, a mis amistades y especialmente a mi familia ¡¡QUE SOY GAY!! y que “¡ASÍ SOY Y ASÍ ME VAIS A TENER QUE QUERER Y ACEPTAR!”
Continuará….
Foto de portada: José Luis Muñoz
Me emcanta que la gente se libere de sus cadenas y aprenda a ser feliz como es. Felicidadessss