Puede que ahora mismo los comercios y los restaurantes de nuestras localidades estén llenos de corazones que anuncian este día, y que en parte, te incitan a un consumismo con la excusa perfecta de estar haciéndolo por amor.
No voy a hacer una crítica a este día, soy defensora de que lo que haya que celebrar que se celebre…pero si quiero hablar del origen de esta, más o menos, «tradición» y del amor. El 13 de febrero me parece mi excusa perfecta para hacerlo.
Algo breve sobre el origen del día de San Valentín
- Aunque se dice que «San Valentín» es un invento de unos grandes almacenes, haciendo un poco de revisión encuentro una tradición pagana. Se cuenta una leyenda romántica sobre San Valentín de Roma, sacerdote ejecutado el 14 de febrero del 270 d.c, al no querer renunciar al cristianismo por casar a parejas en secreto cuyo enlace no había sido aprobado por el emperador de la época Claudio II (tirando de Wikipedia)
- Otra leyenda gira en torno a la época de apareamiento de los pájaros, y preguntando a un buen amigo me dice que la época reproductora es entre marzo y abril, (la primavera la sangre altera) aunque para que haya apareamiento tiene que haber un “tonteo previo”, que podríamos situar libremente en los primeros meses del año. Alberto, gracias por la información.
Pero, ¿qué celebramos del amor? Cada pareja tiene un concepto de lo que es el amor, ni mejor ni peor que en otra, y construyen su relación en función del mismo.
Algunas reflexiones sobre lo que es y sobre lo que no es el amor:
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El amor y la pasión se convierten en enamoramiento, y es necesario para el comienzo de una relación
El amor hace que dos personas se unan o se desunan. Unas veces se habla de física y otras de química, y en conjunto provocan el enamoramiento, sentimiento que nos en embriaga de «tontería elevada» pero que sienta de maravilla.
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Únicamente con amor no se mantiene una relación satisfactoria, es necesario una intimidad, una confianza y establecer un proyecto de vida juntos
Es que él me quiere mucho, es que yo la quiero mucho pero discutimos, no estamos de acuerdo en cosas importantes, no pasamos tiempo juntos, desconfío,…el amor es importante para empezar pero no únicamente determinante para continuar.
La comunicación es de las herramientas más eficaces a la hora de mantener una relación satisfactoria, sin ella no habrá confianza, sin confianza no habrá intimidad. Además, necesitamos de la pasión, de la comunicación, de la confianza y de la intimidad para elaborar el proyecto de vida juntos que nos define como pareja.
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Con la pareja no se comparte todo
La independencia en la pareja es otra faceta a trabajar y a tener en cuenta, no para salir corriendo sino más bien para enriquecer a tu persona. No solo somos pareja de alguien, somos hombres y mujeres, padres y madres, hijos e hijas, hermanos y hermanas, amigos y amigas, compañeros de trabajo, deportistas, “ciclistas” o motoristas,…
La pareja son dos personas independientes que han decidido andar juntos y que van a compartir la mayor parte de su tiempo y de su experiencia, la faceta individual de cada uno hace que se forje y se enriquezca la faceta de pareja.
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El amor no es algo que se defina como pensar, sentir y hacer al 50% cada uno,…como un saco donde tu pones una mitad y el otro la otra mitad que falta.
Todo a mitad puede resultar desequilibrado, ya que estamos considerando que ambos miembros de la pareja son exactamente iguales y eso puede llevar a que buscando justicia seamos injustos.
Con esto me refiero que quizá uno de los miembros de la pareja se sienta más cómodo a la hora de hacer una u otra cosa en casa (por ejemplo, uno cocina y otro se encarga de la ropa) y del cuidado de los niños (uno se sienta con ellos a que hagan los deberes y el otro de llevarlos y recogerlos del cole). Diferentes tipos de «apaños» que nos hacen la vida más cómoda a todos y que están decididos en pareja en función de nuestros horarios, habilidades y preferencias . Para que la balanza esté equilibrada hemos de tener también en cuenta las circunstancias de cada miembro de la pareja.
En relación a los niños y a otras áreas, la mayoría de las cosas se hacen en pareja . Los dos juegan con los niños, los dos riñen, los dos premian, con la finalidad de no desarrollar los roles «del bueno» y «del malo «sino más bien generar un clima de unidad en la estructura familiar.
Las parejas han de ser flexibles en función de los imprevistos, pudiendo intercambiar o reformular las tareas.
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El amor si tiene límites
Una pareja tolera malos días del otro, pero eso no supone que no haya límite en esa tolerancia. Pedir perdón no puede ser siempre la opción, es necesario establecer límites que reflejen respeto, tolerancia y comprensión.
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El amor que tu pareja siente por ti no se traduce en que ha de saber que quieres, que esperas o que necesitas siempre
Con nuestra pareja compartimos muchas cosas que hacen que nos conozcamos, nos mostramos de una forma que no hacemos con otros, fruto de la confianza y de la intimidad compartida.
Está claro que ante determinados acontecimientos podemos saber como va a reaccionar la pareja e incluso que él o ella sepan que esperamos, pero esto no se traduce en que porque me quiere tiene que saber constantemente lo que estoy pensando o lo que necesito.
A veces, con pocas palabras quiero estar diciendo mucho (comunicación implícita) pero eso no significa que el otro tenga que pillarlo al vuelo. Tu pareja es alguien te quiere, pero no un adivino.
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El amor por el humor
Con tu pareja te tienes que reír, yo creo que un buen termómetro de como está una relación es valorar lo que nos reímos en pareja...hacer el payaso, reírse de uno mismo, bromear, meterse con el otro, hacerle reír,…no son faltas de respeto ni atentados hacia nuestra autoestima.
Reírse en pareja es tan satisfactorio como el buen sexo. ¿Nos reímos un rato?
¿Algo más sobre el amor?
a mi lo del día de San Valentín me parece un poco tonteria la verdad. Me encanta celebrar el amor con mi pareja, pero tengo muchas fechas en el calendario mucho más interesantes para hacer algo especial.
De hecho, lo que mas me gusta es convertir en especial cualquer día y con cualquier escusa.
Disfrutat con tu pareja el fin de semana es relativamente fácil si estás bien en la pareja. El reto es conseguir que los martes, los miércoles,… sean días especiales.
Si quieres sorprender a tu pareja, convierte un día cualquiera en una celebración del amor!