La pérdida de la audición parcial o absoluta es un problema que afecta a una gran cantidad de personas. Se cree que España las cifras rondan en torno a los 7.000 millones de afectados por problemas de audición y en todo el mundo las cifras rondan en torno a los 72 millones de personas sordas, según la Federación Mundial de Sordos, de los cuales más del 80% viven en países en desarrollo.
La pérdida auditiva va más allá del problema de audición que ocasiona al paciente. Esta repercute en otras consecuencias que afectan a nivel psicológico y emocional, puesto que puede suponer un cambio en la calidad de vida si no se toman las medidas oportunas. En este artículo te explicamos cuáles son las principales consecuencias psicológicas de la pérdida auditiva y qué soluciones podemos encontrar. ¡Sigue leyendo para más información!
Asilamiento y depresión
Uno de los principales problemas psicológicos en los cuales puede derivar la pérdida auditiva es la depresión. La hipoacusia es un problema que suele generar aislamiento en las personas que la padecen, tanto en el sentido biológico como en el social al no poder comunicarse con los demás. Este aislamiento, según explican los doctores, puede derivar en un ensimismamiento en el cual predomina el “yo”, frente al “nosotros” y de ahí en un problema grave de depresión. Hay algunos estudios que calculan el riesgo de aislamiento social en función de los decibelios de pérdida auditiva. Estos estiman que la pérdida de unos 10 dB puede aumentar el riesgo de aislamiento social en personas mayores en un 52%. Y es que conforme aumenta la edad, mayor es el aislamiento. Al menos un tercio de las personas mayores de 65 años tiene pérdidas de audición, lo que supone la tercera afección de salud crónica más frecuente en adultos mayores.
Otros problemas psicológicos
La pérdida de la audición, parcial o absoluta, puede derivar también en otras complicaciones a nivel psicológico y emocional. Algunas de ellas son:
- Fobia social: La fobia social puede surgir de situaciones desagradables o negativas que se han vivido por quienes padecen hipoacusia, derivando en un miedo constante a las reuniones sociales o celebraciones por temor a que se vuelva a repetir.
- Pánico: Hay algunos pacientes que han vivido ataques de pánico inesperados y reiterados y que pueden ser inducidos por situaciones derivadas de la hipoacusia.
- Trastorno Obsesivo Compulsivo: Consiste en una conducta reiterativa que acaba consumiendo mucho tiempo en la vida de las personas que lo padecen, causando una gran angustia.
¿Qué se debe hacer ante un problema de hipoacusia o pérdida auditiva?
Como hemos visto, son muchos los riesgos que existen cuando se padece hipoacusia, por ello resulta fundamental diagnosticar a tiempo el problema para encontrar una solución efectiva. Desde el centro auditivo de Dos Hermanas recomiendan, en primer lugar, buscar una clínica de confianza que permita llevar a cabo un diagnóstico efectivo con el fin de determinar cuál es el problema. Tal como recomiendan los especialistas, es aconsejable realizar una revisión auditiva anual a partir de los 50 años. Y es que, al llegar a esa edad, la presbiacusia —o degradación gradual y natural de la capacidad auditiva— se atenúa, lo que puede suponer problemas de audición —a veces, incluso, sin que el paciente se haya percatado de ello—.
Una revisión y detección a tiempo servirá para diagnosticar al paciente con el problema y para buscar una solución efectiva, previniendo los efectos psicológicos que pueden derivarse de una hipoacusia. Las revisiones suelen consistir en dos pruebas, el primer lugar se emplea un otoscopio, para descartar si existe una lesión en el oído que impida oír nítidamente, así como una posible infección o acumulación de cerumen; y, en segundo lugar, una audiometría. Esta es utilizada para detectar el grado de pérdida auditiva. Para ello se emplea una cabina aislada y se reproducen varios sonidos para comprobar si se escuchan bien tanto los graves como los agudos.
A partir de este momento, y dependiendo del problema de cada quien, el especialista podrá recomendar la utilización de un audífono. Estos están disponibles en una gran variedad de modelos y en diferentes gamas. Los mismos varían en función de sus prestaciones, así como del tamaño y del grado de pérdida auditiva de cada persona. En los casos más severos, será necesario la realización de un implante coclear —este consiste en un dispositivo electrónico que se implanta quirúrgicamente debajo de la piel y que sirve para estimular las terminaciones nerviosas de la cóclea generando la sensación de sonido a una persona completamente sorda—.
¿Cómo comunicarse con una persona con problemas de audición?
La pérdida auditiva es un problema complejo. Las personas que padecen una deficiencia en la audición padecen varios problemas que van más allá de la reducción de la audición, como hemos visto más arriba. Es normal que ello derive en situaciones de irritabilidad, pero también en problemas relacionados con un estado de incomodidad, frustración personal y desconfianza constante. Por ello, resulta muy importante tener en cuenta algunas pautas para poder comunicarse de manera efectiva con la persona que padece hipoacusia —sobre todo, en el ámbito familiar—. En este caso, lo más recomendable es seguir los siguientes consejos:
- Llamar la atención: No hables nunca desde una punta a otra de la casa o con distancia de por medio. Cuando vayas a comunicarte con una persona con problemas de audición, lo más recomendable es que te vea y que perciba tus intenciones de hablar. Puedes colocarte delante o avisarle con la mano o con algún gesto.
- Vocaliza y habla despacio: Otra de las cosas que debes hacer es vocalizar y hablar despacio. Esto ayudará a que entienda las palabras y a que pueda deletrearlas.
- Avisa cuando se cambie de tema en la conversación: Si hay varias personas en la mesa y se cambia el tema en la conversación, avisa para que pueda estar atento y entender de qué se está hablando. Las reuniones sociales en los lugares ruidosos suelen complicar la escucha.
- No gritar: Al gritar tu voz se distorsionará y será más difícil de entender, lo que debes hacer es alzar un poco la voz, pero —sobre todo— vocalizar y hablar más despacio.
0 comentarios