Voy a contaros para que sirve un seguro, cuales necesitas, cuando merecen la pena y cuando no y porque es una buena idea que incluya asistencia psicológica
Pero vamos a empezar por el principio,
¿Qué es un seguro?
Si preguntamos a Wikipedia nos cuenta:
Un seguro es un contrato, denominado póliza de seguro, por el que una Compañía de Seguros (el asegurador) se obliga, mediante el cobro de una prima y para el caso de que se produzca el evento cuyo riesgo es objeto de cobertura a indemnizar, dentro de los límites pactados, el daño producido al asegurado; bien a través de un capital, una renta, o a través de la prestación de un servicio
Es decir, un seguro (una póliza de seguro) es un pago que haces a una compañía para garantizar algo que tienes, para cubrir un daño que puedas causar o para garantizar acceso a servicios.
¿Qué utilidad tienen los seguros (psicológicamente hablando)?
Para el comprador del seguro (tomador en el lenguaje que utilizan las pólizas de seguros), es una forma de comprar tranquilidad y, valga la redundancia, comprar seguridad.
El ser humano (diría que todos los seres vivos), tienen una necesidad básica de seguridad para poder desarrollarse libremente.
Según el modelo de Maslow, la necesidad de seguridad se sitúa en el segundo escalón, siendo solamente más importante las necesidades fisiológicas (respirar, comer, …).
Esto significa que las personas, para poder desarrollarnos plenamente, necesitamos tener cubiertas las necesidades de seguridad.
Dicha necesidad la cubrimos, primariamente, de una forma proactiva.
La gran mayoría priorizamos la seguridad física (todos queremos vivir en entornos seguros), la estabilidad laboral (seguridad financiera), la seguridad familiar (saber que los nuestros van a estar bien),… y dedicamos mucho esfuerzo, tiempo y dinero para conseguirlo.
Pero hay riesgos para nuestra seguridad que son poco probables y muy costosos si suceden y en este espacio es donde surgen los seguros como respuesta.
Es poco probable que se inunde tu casa, pero si sucede es muy posible que no tengas el dinero sufriente para reparar los gastos que genera (propios y a terceros).
Por lo que tienes dos opciones, o vivir con el miedo a una inundación de tu casa (o incendio o cualquier catástrofe) o pagar un seguro que te garantice pagar le siniestro si sucede.
Los seguros nos sirven para cubrir la necesidad de seguridad que tenemos todos los seres humanos y saber que ante una necesidad improbable tendremos resuelto el problema.
Y sirven para tener sensación de control, lo que aumenta nuestra percepción de seguridad y ello nos permite atender necesidades menos básicas para la vida pero necesarias para la autorrealización (ser amados, reconocidos, respetados, buscar el éxito).
¿Entonces es bueno tener muchos seguros?
La respuesta corta es no.
La respuesta larga es que depende de tus riesgos y necesidades.
Por ejemplo hay diversos informes y estudios que demuestran que lo seguros de bienes tecnológicos (teléfono móvil, portátil,…) no son rentables y que te sale más caro el seguro que el coste de reparación y reposición del gadget que aseguras.
Pero si eres torpe y rompes la pantalla de tu smartphone (como es mi caso) cada 3 meses, quizás si es buena idea hacerle un seguro.
Teniendo en cuenta que hoy en día puedes asegurar casi cualquier cosa o servicio, no es cuestión de valorar si hay seguros que merecen la pena y seguros que no, sino que depende de cuales sean tus riesgos te serán útiles unos seguros u otros.
Haz un estudio de tus riesgos reales y a partir de hay decide que seguros te merece la pena contratar y cuáles no.
Una vez decidido que seguros necesitas, dedica tiempo a estudiar las clausulas y letra pequeña, dado que los seguros están redactados con muchos tecnicismos legales y no son fáciles de comprender.
El caso específico de los seguros de salud
Los seguros de salud privados tienen una peculiaridad que los hace un poco distintos al resto de seguros.
Más arriba decía que los seguros son para cubrir necesidades improbables que si suceden pueden ser muy costosas.
La gran mayoría de seguros que contratamos lo hacemos con la esperanza de nunca tener que hacer uso de ellos (seguro de accidentes, seguro de responsabilidad civil, …).
Pero cuando contratamos un seguro de salud lo hacemos porque vamos a hacer uso de el varias veces al año.
Cuando contratamos un seguro de salud no lo hacemos con la finalidad de asegurarnos ante una situación improbable, sino para acceder a un servicio de calidad, más cómodo y más rápido.
De hecho, creo que llamarlos seguros no es lo mas apropiado. Porque lo que estamos contratando es un servicio sanitario, más que un seguro etimológicamente hablando.
¿Qué seguro de salud elegir?
Si vas a contratar un seguro de salud tienes que tener claro para que vas a usarlo.
Casi todos los seguros de salud incluyen tres bloques de servicios:
- Un paquete de servicios básicos (médico de cabecera, enfermería),
- otros servicios específicos que puedes contratar ampliando la póliza (pediatría, ginicelogía,…)
- Y servicios más específicos que al tener el seguro te salen más baratos (odontología, rehabilitación, intervenciones quirúrgicas, …)
Si me preguntaras personalmente en que me fijaría para elegir un seguro médico, te respondería que:
- Incluya atención primaria (médico de cabecera) y enfermería.
- Que incluye pediatría (porque tengo un niño de 2 años y medio).
- Que tenga gran disponibilidad de profesionales adscritos al que acudir cerca de donde vivas, para que tengas la opción de elegir.
- Que sea versátil y te permita contratar lo que necesitas específicamente.
- Que pertenezca a una compañía contrastada y con garantías.
- Que incluya atención psicológica.
¿Por qué incluir atención psicológica en tu seguro de salud?
Antes de que me acuses de que barro para casa, decirte que ni WebPsicólogos ni sus profesionales están incluidos en el cuadro médico de ninguna aseguradora.
El porqué no trabajamos con aseguradoras es un tema que daría para otro post, pero no quiero desviarme del tema.
Recomiendo tener atención psicológica cuando contratamos un seguro es médico es porque al 100% de las personas, en algún momento de su vida, le va a sentar muy bien acudir a terapia psicológica.
Y ya que contratas un seguro de salud, merece la pena tener disponible atención psicológica para cuando te haga falta.
Porque antes o después, te tocará enfrentarte a un problema de ansiedad, un estado depresivo, un duelo que no consigues superar, …
Ir al psicólogo cuando lo necesitas, sienta bien, ayuda a superar momentos difíciles y te aportará herramientas y estrategias para afrontar situaciones que no sabes cómo gestionar.
P.D. La foto de portada que incluyo es pura y dura nostalgia de cuando éramos niñas y niños pequeños y para sentirnos seguros nos bastaba con saber que nuestro peluche favorito esta cerca cuidándonos.
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