Propósitos de año nuevo
Solemos empezar ya en Diciembre a nombrar una serie de cambios que queremos lograr con la llegada del nuevo año.
En Enero, son muchas las personas que se plantean llevar a cabo esta serie de cambios poniéndose de fecha el 1 de Enero o al pasar las vacaciones.
Lo más sonado suele ser: cuidarme, hacer ejercicio, comer sano (sobre todo después de los excesos de Navidad), adelgazar, dejar de fumar, arreglarme más, ahorrar, viajar, quedar más con amigos/as o familiares, …
Seguramente ya muchas han empezado a cumplirlos,… pero ahora, ¿nos planteamos también propósitos como madre o padre?
Mejorar la relación familiar
En terapia, cuando acuden papás y mamás para cualquier tipo de consulta, siempre suena la frase “Quiero tener mejor relación con mi hija o hijo”
Por buena relación que exista y por buen ambiente que tengamos en las casas, siempre será gratificante mejorarlo.
El significado que tiene “Mejorar la relación” es personal y diferente. Por eso me voy a ceñir a las definiciones que más se repiten cuando me explican lo que eso significaría:
Hablar
Dentro de este primer punto incluimos hablar con respeto.
Son las personitas a las que más amamos y sin embargo son a las que peor hablamos.
Usamos en muchas ocasiones tonos amenazantes; se les ponen etiquetas (“eres un vago/ tonta/maleducado…”) que tanto perjudican y que no utilizamos con los hijos o hijas de nuestros amigos comportándose de la misma manera; no paramos de compararlos o compararlas (“Yo a tu edad…”, “Mira tu hermano/ prima/…”).
Si nos estuvieran constantemente comparando, ¿cómo nos sentiríamos? ¿Cómo sería nuestra autoestima?
Les pedimos respeto,… ¿se lo damos en casa?
“SER EJEMPLAR NO SIGNIFICA SER PERFECTO, SINO SER CONGRUENTE”
Escuchar
Aquí vamos a incluir parar a escuchar y sin juzgar. Cuando se juzga, tenemos a niños y niñas que no son capaces de contarnos lo que no les gusta por miedo a nuestras respuestas, no nos cuentan sus problemas ya que saben que no cuentan con la empatía de sus padres y les quitamos la importancia a los asuntos que para ellos o ellas la tienen, se quedan fuera conversaciones sobre sus ilusiones, sus decepciones, sus frustraciones,…
No queremos oír llantos o ver niños o niñas con nervios porque se les ha arrugado un dibujo, “¡menuda tontería!”, pero si le damos la vuelta, en muy diversas ocasiones se encuentran con progenitores nerviosos por la falta de tiempo para hacer… y su contestación no es “¡menuda tontería!” sino que escuchan y nos ofrecen solución “hazlo mañana”
Vivimos en un mismo mundo con diferentes ojos y, hasta que no seamos conscientes de que con ojos de niños no se ve el mundo igual que con ojos de adultos, y viceversa, difícilmente podemos entendernos.
¡¡¡Es maravilloso sentir el amor incondicional de tus seres queridos!!!
Que tu hija o hijo te diga lo que no le gusta que hagas o le digas… es porque no teme encontrarse a un papá o mamá enfadado; que tu hijo pida para Navidad una muñeca y te pregunte si se reirán de él cuando sus amigos lo sepan porque eso lo consideran “cosas de niñas”, es porque tiene la certeza de que aunque se envíen y comparten esa clase de mensajes en la sociedad, en su casa no pasa, en su casa se respeta, no se juzga,… Podríamos seguir planteando miles de ejemplos que nos ayuden a reflexionar, a ser más realistas y conscientes, para poder lograr un hogar en el que se respire confianza, un ambiente protegido de los juicios y estereotipos que nos vienen impuestos por la sociedad, un hogar con amor incondicional.
“NO BASTA CON AMAR A LOS NIÑOS
ES NECESARIO QUE ELLOS SE DEN CUENTA DE QUE SON AMADOS” Don Bosco
Stop a la violencia (física y verbal)
No conozco a ningún padre ni a ninguna madre que le encante pegar o gritar a sus hijos o hijas. Aunque existe la forma de educar sin usar la violencia, lo hacen porque piensan que así están “enseñando”. Este es otro tema en el que ahora no me voy a detener (azote en el culo castigo), pero podríamos intentar, si no queremos hacer esto, plantear otras formas más adecuadas de gestionar nuestra ira hacia ellos y ellas, a los que les brindemos un modelo coherente a lo que tantas veces les repetimos: “no se pega ni se grita a nadie, hay que tratar con respeto”,… ¿lo hacemos nosotros en casa?
“DEBES SER EL CAMBIO QUE DESEAS VER EN EL MUNDO” Gandhi
Tiempo de calidad
Compartir tiempo de disfrute, ya sea jugando, paseando, haciendo cosquillas, dando un alegre “buenos días” o un relajante “buenas noches”, buscando hormigas, viendo sus interesantísimos cromos, disfrutando de compartir nuestras alegrías en la mesa mientras comemos o cenamos, ofreciendo consuelo a las tristezas, … ¡puede convertirse en un buen momento para mejorar nuestra relación familiar!
Aprovechemos cada instante para hacerles sentir esos seres únicos y especiales que son, demostremos siendo coherentes los valores con los que queremos que cuenten,… en definitiva, pongámonos “los ojos de niños o niñas” cada día en los momentos en los que podamos,… y por supuesto contagiémonos de su manera de mirar el mundo porque nos enseñan muchos valores que no practicamos a diario.
“DISFRUTA DE LA INFANCIA DE TUS HIJOS PORQUE ES CORTA EN EL TIEMPO
Y ETERNA EN SU MEMORIA Y EN SU CORAZÓN” Cristina Hermosa
Un breve apunte final
El modelo es la mejor manera de aprender de nuestros hijos e hijas…
pedimos lo que no hacemos… castigamos muchas de las cosas que hacen por imitación…
Empecemos a cambiar en nuestra persona las cosas que queremos ver, ¡será mucho más fácil!
SEAMOS CONGRUENTES
MI LISTA DE PROPÓSITOS COMO MADRE YA ESTÁ HECHA, ¿TE ANIMAS TÚ?
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