El colegio ya ha empezado, y en muchos casos sigue estando acompañado de una mezcla de emociones que seguimos teniendo presentes debido a la incertidumbre y se están viendo incrementadas: el miedo, la preocupación, la ansiedad,…
Somos muchos los que valoramos la enseñanza de manera presencial, la relación entre los compañeros y todo el componente emocional que lleva consigo. El contacto es imprescindible y muy beneficioso para el desarrollo emocional de niñas, niños y adolescentes.
La desinformación no nos gusta, nos pone nerviosos, nos provoca angustia, ¿cómo se van a evitar los contagios? ¿Qué tengo que hacer si mi hijo se pone malo? ¿A dónde tengo que ir si mi hija ha estado con un positivo? ¿Qué hago si hoy me llaman porque mi hijo tiene que estar en cuarentena en casa? …
Cómo gestionar las preocupaciones en tiempos de pandemia
Queremos una vuelta al cole segura, con la máxima coordinación posible entre Educación y Sanidad, unido a la responsabilidad del profesorado y de las familias.
Oímos y vemos a muchos docentes decepcionados, con falta de confianza y seguridad sobre cómo se va a ir desarrollando el curso, a la espera de que lleguen esas medidas preventivas que se iban a implantar, y mientras tanto, haciendo lo posible por su alumnado, tanto por su seguridad como por su educación.
También nos encontramos con muchos papás y mamás preguntándose por esas medidas y con esa mezcla de emociones, que sin ser conscientes les transmitimos a nuestros hijos e hijas, como los miedos y la ansiedad que están aumentando, la desconfianza al contacto,… Muchos debates en los que se ofrecen ideas para intentar que sus hijos vayan más seguros a clase, como por ejemplo que se establezcan turnos a la entrada y salida para evitar aglomeraciones, que el almuerzo se haga en clase ya que es donde saben que sí tiene lugar la distancia de seguridad al tener que quitarse la mascarilla, que se hagan grupos más reducidos aunque para ello se tuvieran que crear grupos de mañana y otros de tarde o fuera semipresencial, … ideas que solo buscan la seguridad y la prevención de cada familia.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo e hija?
Vale…, todo esto está muy bien…pero, ¿cómo podemos ayudar a nuestros hijos e hijas?
TRANSMITIR LA IMPORTANCIA DE CUMPLIR CON LAS MEDIDAS PREVENTIVAS
En nuestra mano está darle la importancia que se merece a las medidas implantadas por el centro educativo: uso de mascarilla, hidrogel, distancia de seguridad, no compartir el material, indicaciones para el uso de las zonas comunes,… De nada sirve que les digamos lo que tienen que hacer, normas que incluso contradicen a las del centro, creándoles una falta de seguridad.
ESCUCHAR
Crear un clima de confianza para poder disipar sus dudas, corregir la información errónea que tengan, fomentar que se expresen ofreciendo nuestro apoyo. Responder a sus necesidades emocionales, prestando atención ya que en muchos casos pueden venir a consecuencia del confinamiento.
10 Pautas para afrontar el miedo en niños y niñas a salir a la calle por el Coronavirus
BENEFICIOS DE IR AL COLEGIO
Reforzar la idea de que es beneficioso, sin negar la realidad, ya que somos conscientes de que no existe el riesgo 0, pero si con mensajes positivos y potenciar la resiliencia. Por supuesto que nos podemos relacionar, solo que ahora es distinto y hay que hacerlo con prudencia
VIVIR EL PRESENTE:
¡Son mucho más expertos que nosotros en esto! Crear rutinas y mantenerlas
CUIDAR HÁBITOS SALUDABLES:
Alimenticios, descanso, ejercicio físico, promover las conductas de higiene,… Aquí añado también la relajación, el optimismo y el sentido del humor, factores claves tanto en la salud mental como en la salud física.
TIEMPO EN FAMILIA:
El confinamiento hizo que no nos separásemos y ahora en muchas casas se echa en falta. Crear un clima de confianza para hablar, trabajar la autoestima, y ¡¡divertirse juntos!!
SER COHERENTES:
Ser el modelo que queremos que sigan. Esto es fundamental, de nada sirve pedirles que mantengan la distancia social y nosotros estemos apiñados en la valla del colegio viendo como entran, mandándolos al colegio sin respetar la cuarentena o la norma de precaución si se encuentran mal, norma que en realidad no es nueva solo que ahora adquiere mayor importancia, llevar a cabo las conductas de higiene,…
Mis agradecimientos y una reflexión final
Quiero terminar agradeciendo en primer lugar la labor de los docentes que sacan fuerzas en su compromiso con la educación con el hándicap que tienen. Y animando a que saquen tiempo para disfrutar del trabajo de la inteligencia emocional en las aulas mediante juegos dinámicos y actividades lúdicas, contribuyendo al desarrollo emocional de cada alumno y alumna, tan importante como el material académico. Tenemos muchos docentes muy preparados y con ilusión de continuar con su trabajo de una manera distinta, y es que, si empezamos a ser conscientes de que esta situación, este presente que resulta tan atípico y que en tantas ocasiones oímos como “la nueva normalidad”, es nuestro presente, será más fácil nuestra adaptación, al igual que tenemos a muchos niños y niñas con mucha ilusión de volver al cole y relacionarse con sus compañeros.
En segundo lugar a cada niño y a cada niña. ¡SOIS MAGNÍFICOS! Se agradece vuestras sonrisas al salir, vuestro entusiasmo, vuestra colaboración con el mundo, vuestra generosidad, vuestro compromiso, vuestra responsabilidad en el cumplimiento de las normas tanto dentro como fuera del colegio,… gracias por contagiarnos y enseñarnos a vivir el presente, ¡gracias por vuestro esfuerzo!
Vi en Facebook una publicación de Álvaro Bilbao agradeciendo la generosidad de cada peque, aguantando como campeones el confinamiento, la desescalada, y me uno al llamamiento de los derechos de los niños, que en muchas ocasiones parece dejarse en último lugar. Han hecho y siguen haciendo un gran esfuerzo, quedándose, por ejemplo, limitados en sus relaciones sociales con sus amigos que no pertenecen a sus grupos burbuja, han visto cerradas sus zonas de juego (parques) en las que le acompañaban sus amigos y amigas desde una terraza sentados con su padre y/o madre y sus amigos sin mantener la distancia de seguridad o compartiendo plato,…
Las peticiones o restricciones que les hacemos los adultos parecen muy sencillas, y no lo son, aunque se comportan como héroes y heroínas que dan tanto a cambio de tan poco.
Inteligencia Emocional desde la infancia
Pido que nos pongamos en su lugar y con sus ojos, y que en caso de tener que proponer unas medidas más restrictivas de nuevo, en este presente en el que vivimos, se tenga en cuenta las necesidades y derechos de los niños y niñas que tanto han aceptado y sobrellevado la situación.
¡¡GRACIAS DE NUEVO!!
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