El mutismo selectivo es un problema relacionado con la ansiedad. Es una inhibición persistente del habla en situaciones sociales específicas que conlleva altos niveles de sufrimiento (Olivares). Se da por una respuesta de la amígdala que reacciona ante la ansiedad que le conduce el peligro que interpreta.
Es un problema enmascarado y desconocido debido a los escasos estudios con los que cuenta.
Para el diagnóstico del mutismo selectivo es imprescindible descartar otros posibles trastornos orgánicos /cognitivos /sensoriales (comunicación, audición, etc…).
Criterios para el diagnóstico de mutismo selectivo según el DSM-V
- Incapacidad persistente de hablar o responder a otros en una situación social específica en que se espera que debe hacerse, a pesar de hacerlo sin problemas en otras situaciones (prototípicamente en casa y en presencia de familiares inmediatos).
- Por otro lado, la perturbación debe interferir con el rendimiento escolar o laboral o con la comunicación social.
- Por último, la incapacidad para hablar no se debe a una falta de conocimiento de, o a no encontrarse cómodo con, el lenguaje requerido en la situación social.
- También sería importante descartar que haya presencia de un trastorno de la comunicación (por ejemplo, tartamudeo)
- Duración mínima de un mes (no aplicable al primer mes en que se va a escuela).
El mutismo selectivo es un trastorno poco frecuente, más común en menores de 5 años. Lo padece un niño por cada mil y tiene mayor prevalencia en niñas, aunque hay investigaciones que encuentran discrepancias.
Su origen es multicausal. Las primeras investigaciones señalaban que el mutismo selectivo se daba como consecuencia a la oposición por parte del niño o la niña a alguna situación específica.
Los niños y las niñas que padecen mutismo selectivo se sienten aislados, incomprendidos, presentan dificultades en el rendimiento escolar, desarrollan una baja autoestima,…
Podemos hablar de diferentes niveles: 0: no responde (parece estar congelado), 1: se da comunicación no verbal; 2: comunicación no verbal y verbal a través de sonidos roncos.
- Factores que predisponen: contexto personal (perfeccionismo, apego excesivo con la madre, habilidades lingüísticas, personalidad…); contexto familiar (factor genético, sobreprotección, autoritarismo) y; contexto escolar (variable, autoritario, relaciones, experiencias, expectativas negativas por parte del profesor,..).
- Factores que precipitan: acontecimientos traumáticos o estresantes (inicio escuela, nacimiento de un hermano, separación, muerte, mudanza,…)
- Factores que refuerzan y mantienen el mutismo selectivo: acomodación del entorno, atención recibida, comentarios (efecto Pigmalión o profecía auto cumplida), su evitación le produce un sentimiento agradable que le lleva a una baja autoestima y el sentimiento cada vez mayor de ser inferior y no poder enfrentarse, lo que le vuelve a llevar a su evitación pudiendo posteriormente desarrollar mutismo total y/o fobia social.
PAUTAS MUTISMO SELECTIVO:
Quiero recalcar la importancia de no sobreproteger, ya que es un factor bastante común por parte de las familias y profesorado, que tiene un gran efecto negativo para su superación (aunque se lleve a cabo con la mejor intención).
FAMILIA:
- Incidir en lo positivo, reforzar su autoestima (ver artículos Autoestima infantil), ya que suele ser recriminado por “su antojo de no hablar” sin comprender que no lo hace porque no es capaz
- Aportar seguridad con rutinas
- Darle responsabilidades
- Evitar comentarios, forzarle y justificarle (es muy tímido).
- Hacerle saber que será capaz cuando esté preparado
- Evitar la sobreprotección (no hablar por el niño o la niña) y que no sea consciente de la preocupación existente
- Reforzar las aproximaciones verbales (exposición gradual)
- Fomentar la interacción social: invitar amigos a casa
- Indicarle que pida algo en una tienda
- Realizar juegos con normas e indicaciones verbales y, de movimiento
- Grabar al niño o la niña en momentos tranquilos
- Practicar la relajación
PROFESORADO:
- Evitar el aislamiento
- Asignar tareas de responsabilidad
- Incrementar las tareas de movimiento y de contacto
- Realizar actividades por parejas (abrazos, cosquillas,…)
- Juegos de habla enmascarada: marionetas, susurros,…
- Preguntas en las que se ofrecer dos respuestas
- Realizar alguna pregunta por medio de una grabación y exponerla en clase
- Evitar la sobreprotección (no dar por válidas las respuestas gestuales)
- No permitir que otros niños hablen por él o por ella “Cuando se sienta un poco mejor o coja confianza, seguro que le apetece jugar, hablar o estar contigo,…”
- No sepa de la preocupación ni muestre sorpresa a sus acercamientos verbales
TRATAMIENTO:
No existe consenso en cuanto a un tratamiento específico para el mutismo selectivo aunque si se ha demostrado que el tratamiento multidisciplinar es la mejor opción, adaptando a las circunstancias y necesidades de cada caso en particular.
No es fácil ni rápido, requiere de una gran dosis de paciencia y la colaboración de profesorado y la familia es clave para su eficacia.
Los objetivos del tratamiento están enfocados a:
- Disminución de su nivel de ansiedad (desensibilización, relajación, imaginación guiada,..)
- Eliminación de las conductas de escape y evitación
- Instruir a familia y profesorado
Existe un gran consenso en la eficacia del automodelado (montaje de vídeos) para trabajar el mutismo selectivo
Una DETECCIÓN PRECOZ e INTERVENCIÓN TEMPRANA es de gran importancia ya que tiene resultados eficaces, sin embargo la espera (en la mayoría de las ocasiones acusada por una personalidad tímida o la vergüenza) suele llevar a que el niño o la niña aumente su resistencia porque se van consolidando sus dificultades, por lo que aconsejo acudir lo antes posible a un profesional llevando un registro:
- Personas concretas con las que habla y tono que utiliza
- Contextos en los que habla y en los que no habla: Respuestas fisiológicas (tensión muscular,…) y respuestas motoras (por ejemplo de escape, se esconde, no mantiene contacto ocular,…).
- Situaciones y personas en las que se ayuda de gestos
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