No cabe la menor duda de que vivimos en una sociedad tecnológica global que nos tiene a todos “conectados”. De unas décadas a esta parte, se ha venido produciendo un gran desarrollo en cuanto a lo que podríamos denominar tecnología de uso cotidiano.
Dispositivos móviles, ordenadores, videoconsolas, aplicaciones, redes sociales… están en nuestras vidas para facilitarnos las cosas y están provocando grandes cambios en la sociedad.
¿La tecnología nos hace más felices?
La vida conectada
Actualmente nos encontramos con que cada vez aparecen más problemas asociados al uso de diversos Gadget.
Fenómenos como el cyber acoso, la dependencia del móvil o los ataques de hackers a través de la red nos dan cuenta de los daños colaterales asociados al avance social.
Ansiedad, distracciones, escasa atención… son sólo algunos de los síntomas más comunes entre los afectados por el mal uso de la tecnología.
También es observable que la gran cantidad de utilidades que nos permiten realizar estos dispositivos están cambiando la manera de actuar y de relacionarse de los individuos
Los tiempos cambian y las personas se adaptan, lo que no teníamos tan claro es como afecta el uso de estas tecnologías a nuestra estructura cerebral interna.
La vida en Facebook y otras redes sociales
Estamos construyendo el cerebro 2.0
Recientemente, un estudio elaborado por la Universidad de Sussex pone de manifiesto que la frecuencia en el uso de dispositivos móviles sumada al uso de otros dispositivos, está provocando una reducción en la densidad de la materia gris cerebral.
Por otro lado, gracias al uso de las nuevas tecnologías también se están desarrollando otras capacidades.
Algunos expertos aseguran, por ejemplo, que el uso generalizado y simultáneo de redes sociales, de buscadores y de correo electrónico ayuda a fortalecer la ‘memoria del trabajo’.
Resumiendo, nuestro cerebro lleva evolucionando miles de años debido a los cambios en el ambiente de los individuos y parece ser que seguirá haciéndolo.
¿Qué huella dejará esta época tecnológica en la evolución de nuestro cerebro? Eso sólo el tiempo podrá responderlo.
0 comentarios