Vale, han pasado los grandes sorteos de lotería de las Fiestas de Navidad y otro año más… NO ME HA TOCADO. Oooooohhh… ¡Qué mala suerte! ¿O no?
Cuenta mentalmente 100 segundos. Hazlo diez veces, hasta llegar a 1000, vuelve a repetir todo el proceso cien veces más. Si estás lo suficientemente aburrido como para hacerme caso, habrás tardado 1 día entero y algo más de 3 horas en contar hasta 100.000. Y ahora viene la segunda parte: imagina que te pido que durante esta larga operación de más de 27 horas, en uno de los 100.000 segundos, levantes la mano, pero antes de hacerlo, yo tengo que adivinar el momento exacto en el que lo vas a hacer. Casi imposible ¿no es cierto? Pues eso mismo se puede equiparar a la probabilidad de acertar el número, cuando compras un décimo de lotería. Una probabilidad entre 100.000.
¿A que viéndolo de esta manera pierde toda la gracia el hecho de jugar a la lotería? Y mira que yo soy la primera que en cuanto compro un décimo ya me siento millonaria porque pienso, con fe ciega: “me va a tocar”. Y me pongo a soñar pensando en cómo me lo gastaría, con quién compartiría el dinero y cuanta tranquilidad me daría a final de mes mirar mi cuenta corriente. Entonces, aún siendo consciente de lo dificilísimo que es en realidad que me toque el Gordo o el Niño ¿por qué sigo jugando? ¿y por qué no pierdo la ilusión a pesar de que el dueño del bar me cobra el café a un euro en lugar de a 21?
Porque durante todo ese tiempo anterior al sorteo en el que “soy poseedora del número ganador” pienso erróneamente que si me toca, seré más feliz.
Por suerte para mí, hay numerosos estudios que desmienten la falsa creencia de que cuando te toca la lotería eres más feliz; pues lo que sí se relaciona directamente con el nivel de felicidad general, es la estabilidad (económica sí, pero también sentimental, laboral y salud). Por ese motivo, cuando no nos toca la lotería nos sentimos algo desilusionados (o mucho…) pero por poco tiempo. Pues si en nuestra vida cotidiana estamos satisfechos en aquellas áreas importantes para nosotros, no echamos en falta el porrón de millones que le han caído a aquel desgraciado digo… agraciado que sale en el telediario agitando una botella de cava.
Por estos motivos, en lugar de tirarte de los pelos (como hago yo) cuando oyes que el niño de San Ildefonso canta el número equivocado, emplea tus energías en mejorar los aspectos de tu vida que no están sujetos al azar, porque o triste sería dejar que tu felicidad dependa de esa ínfima probabilidad de 1/100.000.
Así que, para empezar bien este año 2015, te propongo varias acciones, que dependen de ti (y no de la suerte); para ser más feliz sin que te toque la lotería:
- Mejora tu situación laboral: busca trabajo activamente, apúntate a un curso de formación, deja tu empleo si éste te hace infeliz o cógete unas vacaciones si eso es lo que necesitas.
- Mejora tu relación de pareja: comunícate abiertamente, expresa tus sentimientos, gestiona los conflictos con asertividad y empatía, aumenta las muestras de cariño, rompe con esa relación tóxica o apúntate a nuestra terapia de pareja.
- Mejora tus relaciones sociales: llama a ese amigo del pasado que tanto echas de menos, dedícale un rato a tus redes sociales (Facebook, Twitter, Wathsapp…), propón una quedada con tus amigos este sábado por la noche o practica tus habilidades sociales con ese interesante desconocido.
- Mejora tu economía doméstica: controla tus pequeños gastos apuntándolos semanalmente, no vayas al supermercado con hambre (siempre comprarás de más…), echa los céntimos que te sobran de cada compra en una hucha (te llevarás una grata sorpresa a final de año), cuando salgas de fiesta lleva el dinero justo que te quieras gastar y haz una previsión de gastos fijos cada principio de mes.
- Mejora tus hábitos saludables: deja de fumar (o por lo menos, deja de hacerlo tanto), come una dieta equilibrada y no te pases con los dulces y el alcohol, bebe mucha agua, haz un poco de deporte a la semana, ríe mucho y piensa siempre en positivo.
Como ves, son todas, cosas sencillas que están al alcance de tu mano y que te ayudarán a ser más feliz sin la necesidad de que te toque la lotería. Pero, me gustaría que te quedaras con una idea importante, y es que la clave no está en seguir estos consejos al pie de la letra, sino en cambiar o mejorar todo aquello que te está generando malestar en tu día a día, y si no puedes cambiarlo, aprende a modificar la manera en que lo afrontas. Si necesitas ayuda con esto último, en Webpsicólogos podemos ayudarte.
Feliz 2015, 2016, 2017…
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