Me encanta Youtube. Tienes a tu disposición mucha información útil tanto para entretenerte como para completar tu aprendizaje de una manera altamente motivadora. Pero a veces te llevas algunas sorpresas…
Me encontraba el sábado por la tarde navegando por la citada web cuando me topé con un vídeo de la serie “Gente Extraordinaria” que se titula Mujeres obedientes. Al instante llamó mi atención y saltó en mi mente una luz de alarma porque el título despedía un tufo a machismo con tildes cavernícolas que echaba para atrás. Pero me equivocaba, pues el título era lo menos indignante de todo, ya que el contenido audiovisual consiguió subirme la presión sanguínea al punto del infarto cerebral.
Os dejo el enlace para que lo visualicéis:
Para quién no tenga tiempo de “disfrutar” los 45 minutos de programa, os lo intentaré resumir a mi estilo:
En pleno siglo XXI (después de Cristo, que quede claro) una verdadera hija de Satán ha escrito un libro cuyo título voy a obviar para no darle publicidad (me niego). El libro se ha traducido a más de 15 idiomas e incluso se ofertan cursos de desarrollo personal, para llevar a la práctica sus “preciadas” enseñanzas.
¿Cuál es la finalidad de esta nueva filosofía de vida? Que las mujeres se “conviertan” VOLUNTARIAMENTE en entregadas esclavas de sus adorables maridos: sin derecho a opinar ni a decidir, sin criterio propio para elegir la ropa que deben ponerse o lo que quieren pedir de comer en un restaurante; y por supuesto estar siempre “disponibles” para que sus maridos les hagan ¿el amor?
En el vídeo del enlace sale una “profesora” de estos cursos de formación tan controvertidos, que va dando indicaciones sobre cómo se deben comportar estas mujeres para hacer felices a sus maridos. Por poner unos ejemplos:
- Deben imaginarse que llevan una cinta aislante en la boca cuando no estén de acuerdo con una opinión o decisión de su marido y permanecer calladas.
- Deben dejar los temas económicos en manos de sus esposos, porque los hombres administran el dinero mejor… (que se lo digan a Jordi Pujol o a los directivos de Caja Madrid)
- Deben realizar TODAS las tareas domésticas, aunque trabajen fuera de casa, e incluso esperar a que su agradecido marido les escriba en una libreta el orden del día: 1) lavar y ordenar calcetines, 2) tener la bañera lista para cuando llegue por la noche y 3) limpiar el rastro de caca que el susodicho se ha dejado en el fondo del w.c. (vale, esto es de mi cosecha pero es que no me he podido resistir!)
Aunque no lo creáis, esto no es lo peor del vídeo. Además, tienes que aguantar escuchar los comentarios de estos satisfechos maridos: “ella ahora es mucho más femenina”, “esta FIERA necesita de un hombre fuerte para domesticarla”, “cuando una mujer dice que NO, al momento puede cambiar; los chicos de hoy se frenan enseguida ante una negativa” (refiriéndose a practicar sexo ¿consentido?)
Pufff… me ha costado Dios y ayuda terminar de ver el vídeo, pero me he propuesto hacerlo porque opino que no debo cerrar los ojos ante algo que me repugna, sino intentar aprender de ello para entender cómo puede llegar alguien a aceptar vivir ASÍ. Pues lo que me ha desconcertado es, precisamente, lo que no se cuenta de manera explícita. El CÓMO unas mujeres educadas en un país desarrollado (como puede ser Estados Unidos o Gran Bretaña) dan el paso para cambiar radicalmente su forma de ser, hacer y pensar para transformarse en amaestradas mascotas de sus esposos. Y además parecer satisfechas.
¿Por qué les funciona esta estrategia?
- ACEPTACIÓN CONJUNTA: Cuando concibes las relaciones de pareja como dominancia y sumisión cada uno de los miembros deben asumir uno de estos roles. Dos personas sumisas o dos dominantes dejan totalmente descompensada la balanza, y el resultado es inviable. En cambio cuando uno elige ser el responsable de las decisiones familiares y el que está por encima del otro en necesidades a cubrir y la pareja lo acepta de buen grado y se coloca en el escalón jerárquico inferior, es un engranaje que “también” funciona a nivel práctico. La clave es que AMBOS aceptan estas condiciones.
- REFUERZOS POSITIVOS: cuando estas mujeres deciden realizar este cambio de rol, provienen de una situación de pareja conflictiva. ¿Y qué se encuentran tras realizar su cambio de conducta? Pues se terminan las peleas, escuchan por primera vez desde hace tiempo palabras bonitas y sus maridos están completamente satisfechos. ¡Como para no estarlo! No vuelven a escuchar un NO de sus esposas, tienen a una persona las 24 horas del día a su entera disposición y sus necesidades se cubren al instante en el que surgen.
Una reflexión final y personal:
Me resulta indignante que en la época en la que vivimos, y con lo que nos ha costado a las mujeres adquirir unos derechos que nos fueron arrebatados en el pasado, aún tengamos que recurrir a esta estrategia bajo la bandera de “la felicidad conyugal”. Porque eso no es en absoluto cierto.
No serás más feliz actuando como un mueble de Ikea y diciendo siempre que sí, renunciando con ello a tus propias necesidades; sino que acabarás frustrada, con problemas de ansiedad o depresión y pensando que vales menos que los demás.
Lo que no cuenta ese libro ni este documental es que hay otras maneras de trabajar los conflictos en la pareja, que no conllevan la total abnegación de uno de sus miembros.
Consulta nuestra terapia de pareja de Webpsicólogos
Tampoco mencionan la delgada línea (fácilmente traspasable), entre las relaciones basadas en un binomio dominancia/sumisión con la violencia (psicológica y/o física) que puede acarrear el mantenimiento de este rol dictatorial durante el paso de los años.
Y, por descontado, no nos advierten de que estas mujeres obedientes corren el riesgo de “cosificarse”; despersonalizarse. Y a un objeto no tienes que tenerle muchas consideraciones, no tienes que tener en cuenta sus necesidades y mucho menos tiene derecho alguno. ¡Cuidado!
No podría estar más de acuerdo, es aberrante que todavía vivamos bajo la creencia de tener que dejar las necesidades personales para otros. La relación de pareja como su nombre lo indica es de dos, por lo cual implica dar y recibir y siguiendo esas pautas de «obediencia» solo se está dando.
Desgraciadamente tanto hombres como mujeres tienden a fomentar estas creencias que no solo afectan a la persona en su rol de pareja, sino hasta en lo más profundo del ser, y llega a ser desencadenante de otros problemas psicológicos.
Felicidades por el artículo, lo comparto. Bendiciones y saludos desde México.
Hola Verónica! Muchas gracias por tu comentario y por compartir. Opino que ante estos hechos que aún hoy se permiten y fomentan no debemos permanecer indiferentes. Está claro que cada cual haga lo que quiera con su vida (ahí no me meto), pero que hagan cursillos de formación para convertir a las mujeres en esclavas de sus maridos y que les laven el cerebro de esa manera no deja de irritarme. Y por eso, en cuanto vi este documental no pude (ni quise) evitar escribir este artículo.
Un saludo a México y un abrazo enorme para ti!
Estoy completamente de acuerdo contigo. Las mujeres debemos empoderarnos; sin embargo, también lo veo como una forma muy interesante el ver como ellas son felicices así. Y lo son porque en el momento en que la otra persona toma las decisiones, les dice que pensar y como actuar, se acabó para ellas el hacer el mínimo esfuerzo.
Las mantienen, les dan de comer, tienen una casa y su pago es ser exclavas.
No tienen conflictos de identidad, no se preguntan ¿Cómo haré mañana para ser algo importante?
Sencillamente son flojas, no lo digo en lo que respecta a las labores de casa, les da pereza ser un ser humano, ser libre, ser intelectual.
Son pobres y olgazanas de mente y espiritu.
Saludos.
Muy buen post
Totalmente de acuerdo. Lo peor de todo es qué por más que uno les haga ver las cosas ellas no entienden son tan poquitas que no quieren entender.
Se habla, se hace manifestaciones, hay anuncios todo sobre la violencia de género pero para qué todo esto? Aunque estas mujeres acudan con sus pancartas y digan que su marido no es machista lo son y ellas no lo ven. Conozco a una en especial que va a trabajar, hace la colada, comida, la casa y en general hasta la compra aunque desde hace poco ya va su marido porque no trabaja. Cuando trabajaba llegaba a la casa muy cansado y se va a la cama, eso decía y desde que conozco a su mujer dice ES QUE TRABAJA MUY DURO. Ahora qué no trabaja ella sigue desempeñando todas las labores menos algunos días que el hace de comer.
Otra persona que conozco su marido le ha dicho que cuando esté con él nada de teléfono que ese tiempo es para ellos.
Todo esto me da mucha rabia que hayan mujeres qué les encanten este tipo de hombres ya que según ellas sus maridos las quieren o debo de estar agradecida porque soy fea y gorda y el por lo menos se ha fijado en mi.
La familia cae a pedazos, no hay matrimonio, niños carentes de figura paternal , pero hay mas derechos para la mujer mas libertades , el hombre es solo un instrumento , un recipiente de esperma , una fuerza bruta para cargar , ya no existe el amor entre 2 personas , es una competencia , es el fin del patriarcado , el tsunami del hembrizmo matriarcal es el destino de la sociedad, existiran las familias en 20 años mas , todo girara en torno de las mujeres , son multifuncionales ellas cumpliran el rol padre-madre .