El periodo de la adolescencia comienza con la pubertad, no me voy a detener mucho en esto, que podemos sacar información a golpe de clic, ya que el motivo de este artículo es simplemente, llevar a un momento de reflexión y animar a dejar de estigmatizar este periodo.
¿Qué pensamos los padres cuando oímos la palabra adolescencia?
Cuando oímos como padres la palabra adolescencia, no lo asociamos con una búsqueda de identidad, de que quieren saber quiénes son y que requiere un margen de libertad. Lo que hacemos es echarnos las manos a la cabeza, una típica conversación que ilustra este periodo sería:
-¿Qué tal? ¿Cómo van tus hijos?
-Bueno pues adolescentes perdidos
-Pufff,…. ¡Madre mía, la que tienes encima!
-Sí, prepárate que ya te llegará a ti
Y si nos metemos en internet y ponemos adolescentes nos salen muchas “guías para poder sobrevivir”.
Seguimos con estereotipos, con etiquetas… ¿Los niños son todos iguales?, ¿los padres?, ¿las parejas?… Rotundamente no…. ¿Por qué entonces los adolescentes si son todos iguales?
Adolescentes: después de la ESO… ¿Que hago?
¿Cómo trabajo en terapia con adolescentes?
En muchos países, se identifica la terapia en estas edades como un símbolo de fortaleza. En muchos casos trabajo con ellos para un crecimiento personal, para llenarse de estrategias de bienestar emocional, pero me estoy encontrando cada vez más en consulta, con un incremento en las terapias de ansiedad, depresión, autolesiones, ideas suicidas… y esta es la razón del artículo.
Cuando empiezo a trabajar con ellos, una de mis prioridades es conocer qué etiquetas creen que les pertenecen por el simple hecho de ser adolescentes, que en la mayoría de los casos les vienen impuestas por la sociedad en general…por ejemplo, un día en terapia con un chico adolescente me comentó que él no para de oír en las noticias y en otros medios que “los adolescentes son unos irresponsables” pero no se da por aludido porque él si se considera responsable…Gracias a este comentario saco aún más ganas de escribir y recalcar la importancia de dejar de lado estas etiquetas que venimos arrastrando.
La importancia de dejar de lado las etiquetas
Es cierto que este periodo es un periodo de cambios, cambios en el desarrollo físico y sexual, intelectual, social, espiritual y emocional. Se encuentran en una montaña rusa de emociones.
Por ello quiero recalcar la importancia de dejar de lado esas etiquetas: Los adolescentes son egoístas, vagos, caprichosos, desobedientes, rebeldes, maleducados, agresivos, pasotas, acomplejados, inconformistas, irresponsables,… es la letra pequeña que les aparece en el DNI al ser adolescentes, porque los padres en multitud de ocasiones se acomodan en subrayar que es imposible porque son una u otra etiqueta y ellos en que no les entienden, lo que da lugar a un pasotismo y dejar a un lado cualquier tipo de reflexión.
¿Cuáles son sus necesidades?
Se encuentran en un periodo de muchas inseguridades, son muy emotivos y necesitan afianzar un sentimiento de pertenencia, sentirse socialmente independientes por lo que precisan tiempo para la autorreflexión.
Pongamos sus lentes sobre las nuestras, para poder entender que sus cambios fisiológicos juegan un importante papel, que le incomodan sus cambios, que están aprendiendo por ensayo y error.
Podemos recordar nuestra adolescencia, pero sin comparar ya que no se trata del mismo mundo, por lo tanto la educación, la forma de ver y vivir el mundo, los gustos,… todo es distinto.
Un acompañamiento comprensivo y reflexivo, el ideal en esta etapa
Repito, su cerebro, su corteza prefrontal está cambiando, madurando, sus hormonas que despiertan la libido y que en muchos casos quieren sexo hoy y mañana también, hay muchos cambios que generan bastante estrés, y que no todos los tienen a la vez, por lo que genera mucha inseguridad y necesitan de un acompañamiento comprensivo, que no quiere decir “vale todo”. Las conductas siguen teniendo sus consecuencias.
Pensemos por ejemplo e intentemos ponernos en su lugar, los cambios físicos que tienen y que a cada uno le aparecen en una edad u otra, ese niño que ahora parece un hombre rodeado de amigos que aún no los han tenido, esa chica que se mira en el espejo y ve una gran diferencia con el resto de sus iguales o simplemente el hecho de mirarte al espejo y no ver reflejada la imagen a la que estaba acostumbrada resulta de por sí bastante estresante.
Reflexionar sobre multitud de aspectos
Muchas preguntas que pasan por sus mentes, ¿Quién soy? ¿Qué sentido tiene….?,…nos las planteábamos nosotros, solo que veíamos algo estúpido o de locos contarlo, sin ser conscientes que en las cabezas de los que estaban alrededor también existían, que era normal la búsqueda de identidad y, ahora sin embargo ya no me las contesto, busco en internet y encuentro información de todo tipo, con lo que ello conlleva. Hay quienes vienen porque creen ya tener depresión,…
Podemos reflexionar sobre multitud de aspectos y más teniendo en cuenta que se trata de una etapa de experimentación: sexo (embarazos, transmisión de enfermedades), relaciones, asertividad, conocer cómo se habla, conductas delictivas, conductas adictivas, estudios, fomentar el ocio saludable,… en muchas ocasiones el riesgo es mayor cuando en casa no me entienden, cuando el amor no es incondicional, cuando tengo la necesidad de popularidad, de reafirmar, de pertenencia, de demostrar así lo que valgo.
Cómo Comprender a un Hijo Adolescente: (Saber Escuchar)
¿Dónde sería importante hacer hincapié con nuestros hijos/as adolescentes?
Hagamos una pequeña pausa: si es una etapa en la que hay más riesgos, en la que se encuentran más vulnerables, con una autoestima más frágil y más inseguros;
¿Por qué no intentamos sanar heridas emocionales y así eliminar la necesidad de buscar otras cosas placenteras (sustancias, autolesiones)?, ¿Por qué no dejamos que cometan sus propios errores y reservamos las objeciones para lo más importante, como por ejemplo las drogas?, ¿Por qué no invitamos a reflexionar y le damos el conocimiento de las posibles consecuencias que pueden venir de “x” conductas? Este no es un trabajo de madres o padres, sino te todos en general.
“Necesito ayuda y tú me dices que estoy en la edad del pavo y no hay quien me aguante”
Una reflexión para finalizar
Espero haber conseguido reflejar en este artículo, la necesidad de dejar de lado cada etiqueta de la adolescencia, de juzgar y criticar tan duramente este etapa y tener conocimiento que todo los cambios que experimentan, conlleva esa tormenta emocional, no porque sean unos pasotas, unos… ni mucho menos.
Las etiquetas, la forma en la que vemos a los adolescentes se lleva arrastrando años…os copio frases utilizadas en el inicio de muchos talleres, conferencias,…que hablan de este período:
«La juventud de hoy ama el lujo. Es mal educada, desprecia la autoridad, no respeta a sus mayores, y chismea mientras debería trabajar. Los jóvenes ya no se ponen de pie cuando los mayores entran al cuarto. Contradicen a sus padres, fanfarronean en la sociedad, devoran en la mesa los postres, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros. Responden a sus padres y son simplemente malos. Nuestros hijos hoy son unos verdaderos tiranos. Ya no tengo ninguna esperanza en el futuro de nuestro país, si la juventud de hoy toma mañana el poder, porque esta juventud es insoportable, a veces desenfrenada, simplemente horrible. Nuestro mundo ha llegado a un punto crítico. Los hijos ya no escuchan a sus padres. El fin del mundo no puede estar muy lejos. Esta juventud está malograda hasta el fondo de su corazón. Muchos jóvenes son malhechores y ociosos. Jamás serán como la juventud de antes. La juventud de hoy no será capaz de mantener nuestra cultura”.
La mayoría de los asistentes dan por buenas cada una, aplauden efusivamente, ¡describe la realidad de hoy en día!, y sin embargo son frases de Sócrates (470 – 399 A .C.), Hesíodo (720A.C.), un sacerdote anónimo del 2.000 A .C. y una que estaba escrita en un vaso de arcilla descubierto en las ruinas de Babilonia (actual Bagdad), con más de 4.000 años de existencia.
Seamos coherentes y empecemos a dejar tantos estereotipos de lado
Seamos coherentes y empecemos a dejar tantos estereotipos de lado, que no ayudan en nada, que muchas veces hacen que se acomoden unos y otros y cumplan la etiqueta, que tanto perjudican a este colectivo, que a mí personalmente me apasiona y que al igual que en cualquier otro me encuentro con chavales que necesitan ayuda, otros simplemente quieren hablar y ser comprendidos para gestionar su resentimiento y en el que veo mucha solidaridad, gente muy comprometida, muy responsable con el tema del Covid,… pero esto último, aunque lo sabemos, desgraciadamente se oye poquito.
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