¿Te acuerdas hace unos meses cuando el tema de moda era el satisfyer y no sabíamos nada del coronavirus?
Pues te aseguro que, dentro de un tiempo, no se cuánto la verdad, los temas de conversación y los memes volverán a ser de temas tan intrascendentes como el satifyer o si fue penalti o no lo fue.
Hay en día sé que es difícil, pero hay una frase que tenemos que repetírnoslas muy a menudo.
Lo importante no es lo que pasa, sino las conclusiones que sacamos de lo que pasa.
Hoy voy a escribir sobre placer sexual, conocerse a uno mismo y decidir.
Placer sexual
El sexo, el placer sexual, es algo que tiene que ver con todos y cada uno de nosotros.
Como actividad placentera, puede hacerse individualmente, en pareja o en grupo. Incluso puede decidirse no tener placer sexual.
El motivo de este post es invitarte a que decidas que te gusta y a que saques tus propias conclusiones.
El mundo sexualizado en el que vivimos.
Vivimos en sociedad que le da mucha importancia a la sexualidad, con estereotipos de hombre y mujer muy sexualizados y donde el atractivo físico importa mucho.
Cuando nos relacionamos con los demás, depende del círculo de personas con el que te relaciones y los valores morales que tengas, mostraras determinadas actitudes ante el sexo.
Sera un tema tabú, será algo sobre lo que hablarás mucho o será un asunto que te interesa poco.
Tu mundo interior
Pero cuando uno está a solas consigo mismo, con sus pensamientos y su dialogo interior, la sexualidad y el deseo toma un cariz distinto.
Ya no importa tanto la valoración que va a hacer mi entorno de mi dependiendo de lo que opino sino lo que pienso, siento y me apetece.
En demasiadas ocasiones me han preguntado en terapia si es apropiado tener mucho deseo sexual, poco, querer usar juguetes sexuales o excitarse con disfraces y juegos de rol.
Y la respuesta casi siempre es la misma:
- Si, es normal tener mucho deseo sexual.
- Si, es normal tener poco deseo sexual
- Si, es apropiado usar juguetes sexuales (aquí lo importante es realizar la elección correcta)
- Si, es apropiado disfrazarte si te gusta.
El sexo, sin normas y con respeto.
Porque el deseo sexual es algo individual y, excepto situaciones patológicas, el normal y apropiado realizar las practicas sexuales que te gusten.
No es buena idea ponerse limites, no es buena idea negarse a explorar con juguetes o con la imaginación. No es buena idea ponerse estrictas normas morales.
Cuando una persona se siente satisfecha con su vida sexual se siente mejor. Y estar satisfecho con tu vida sexual no es hacerlo mucho o poco, con juguetes o sin juguetes o a solas o en pareja.
Pero como toda conducta que hacemos en compañía, cuando practiques sexo en pareja, es necesario que entre en juego un nuevo factor: el respeto
Cuando practicas sexo en pareja es básico, primordial y necesario respetar a la otra persona. Es necesario hablar y tener claro que le gusta a cada uno, que prácticas se pueden hacer y cuales no, si van a intervenir juguetes o disfraces.
Esta bien proponer a la otra persona incorporar prácticas novedosas, juguetes eróticos o lo que se te ocurra
Pero siempre es necesario el dialogo, plantear la idea, definir las normas del juego y aceptar los límites que quiera establecer la otra persona.
Cuando en las relaciones acabas realizando prácticas que no te apetecen por agradar a tu pareja, siempre se van a generar más problemas que soluciones.
Hola colega Javier, me ha gustado mucho este gran aporte que has hecho. Como tu lo mencionas, vivimos en un mundo donde se le da mucha importancia al tema de la sexualidad y donde lo físico es primordial., cuando no debería ser así. Debemos tener en claro que una relación sexual es un acto íntimo físico en el que se busca dar y recibir placer. Y aunque su fin es alcanzar la satisfacción plena, también es un momento intenso donde intervienen, de alguna u otra manera, las emociones.
Gracias Laura.
Totalmente de acuerdo con tu comentario