En el artículo anterior ¿NAVIDAD + NIÑOS = CONSUMISMO? expuse la relación que existe entre esta época del año y el desborde consumista.
En esta ocasión quiero tratar un tema relacionado con la Navidad que me parece también muy interesante.
Cuando hablas con los niños y las niñas sobre los regalos que desean recibir por parte de los Reyes Magos hay controversia de cuál es la cantidad que traen de regalos: unos piensan que nada más que se puede pedir uno, otros dos, otros tres y te razonan que es un regalo de parte de cada Rey,…pero si encuentro un elemento común en la mayoría: ¡Sólo te los traen si te portas bien! Si no te dejan carbón o no te dejan nada.
Reyes magos y portarse bien o mal
Parece que esta ilusión de la llegada de los Reyes Magos con los beneficios que conlleva:
- saber esperar (además de ser una espera placentera),
- ilusión porque los sueños se hagan realidad,
- unión familiar para los preparativos de las distintas tradiciones que se llevan a cabo (dejar zapatos, poner cubo con agua, prepararles comida,…),
- …
Se mezcla con un cúmulo de ansiedad, nerviosismo y tensión añadidos que empieza con la primera ventanilla del Calendario de Adviento, y no deja mostrarse con todo su esplendor.
- ¡Si no te portas bien te van a dejar carbón!
- ¡Te están viendo y no te van a traer nada!
- ¡Si haces eso no te van a querer!….
Consecuencias de las amenazas
Amenazas tras amenazas…que en su mayoría no se cumplen. Y, ¿para qué?, ¿qué conseguimos? Sus consecuencias más importantes son:
- Creencias inadecuadas: “Solo me quieren si lo hago bien”
- Inseguridad
- Baja autoestima
- Incoherencia y falta de límites: “Lo hice mal y me lo han traído”
- …
Cuando una persona se siente juzgada no puede ser ella misma, se siente incómoda.
Imaginemos por un momento que nos encontramos en esa misma situación, ilusionados y alegres por la llegada de algo positivo en un contexto amenazante: Trabajamos en una empresa en la que nos sentimos bien y tenemos un jefe o una jefa que cuando llega Diciembre no para de recalcarnos que al más mínimo error no nos dará la cesta de Navidad (un aguinaldo, unos días de vacaciones extra,…). ¿Cómo trabajarías ese mes? ¿Cómo te sientes? ¿Qué aprendes con ese tipo de amenazas?
Seguramente nos encontraríamos bajo una fuerte presión en la que no nos encontraríamos a pleno rendimiento, no podríamos disfrutar de esa ilusión y alegría que estábamos esperando, y, me atrevo a decir que en la mayoría de los casos que cometiésemos un error intentaríamos por todos los medios que no llegara a los oídos del jefe o jefa en vez de centrarnos en resolverlo.
La disciplina y la enseñanza
¿De qué sirve? LA DISCIPLINA SE BASA EN LA ENSEÑANZA y de esta manera no enseñamos nada.
Veamos un sencillo ejemplo que podría tener lugar cualquier día de Diciembre o de Enero antes de la llegada de los Reyes Magos: “Nuestro hijo o hija está haciendo una torre con mucho esmero y cuando está a punto de terminarla su hermano o hermana la tira. Se siente tan furioso que le pega una patada”. Vamos a proponer dos alternativas:
- ¡Ya basta! Si te portas así no van a venir los Reyes Magos.
- Veo que estás muy enfadado, no pasa nada, pero no está bien pegar, ¿cómo crees que se siente ahora tu hermano/a? ¿Necesitas que te ayude a calmarte?
En el primer caso, lo normal sería que el niño o niña se sienta amenazado, entraría en un estado reactivo y, no hay enseñanza alguna que es el objetivo de la disciplina.
En el segundo caso, no se siente juzgado, se sentiría comprendido (aceptar sentimientos, no las conductas), estaría en un estado receptivo para aprender que existen límites y no todo está permitido, aprender a ponerse en el lugar del otro (empatía), aprender lo que es el amor incondicional, validar sus sentimientos, tener criterio propio para considerar que pegar duele y no debe hacerse, y si además le ofrecemos métodos para relajarse, aprenderá a controlar sus emociones más fuertes.
Parece muy fácil acogerse a este tipo de amenazas y conseguir así un mes “más tranquilo” en cuanto a sus comportamientos aunque no sea beneficioso para ellos ni para ellas.
Siempre puede ser un buen momento para fomentar y empezar a DISFRUTAR de la magia de la Navidad, de la ilusión que conlleva la llegada de Sus Majestades Los Reyes Magos, de los buenos deseos, de llenar una infancia de recuerdos maravillosos libres de amenazas.
¡FELICES REYES!
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