“Y vivieron felices para siempre”. ¿Cuántas veces nos habrán terminado de leer un cuento con esta sentencia?
Venimos al mundo como un libro en blanco y vamos escribiendo sus páginas tras cada aprendizaje y experiencia vivida. Por ello, elaboramos, sin darnos cuenta, poderosas creencias con el paso del tiempo, que nos sitúan en nuestra realidad. Con estas creencias, que están profundamente arraigadas en nuestra psique, intentamos dar respuesta a cuestiones básicas como ¿qué es el mundo?, ¿quiénes son los demás?, ¿quién soy yo?…
Las creencias pueden construirse desde nuestra experiencia personal o bien nos las pueden transmitir por cultura o aprendizaje vicario. Por ejemplo, puedo experimentar una serie de rupturas amorosas y formarme la creencia de que el amor implica dolor o mis padres pueden haberme repetido tantas veces de pequeño que los hombres no lloran que acabo por creerlo.
Por otro lado, hay creencias racionales, sujetas a evidencias y que puedo contrastar con la realidad: el sol sale por el este y se pone por el oeste.
Y hay creencias irraci/onales, que jamás he sometido a juicio de realidad y que si me parara a reflexionar sobre las mismas quizás comprobaría que no tienen por qué ser ciertas: todos los hombres son iguales.
En este post vamos a describir las 5 mentiras sobre el amor más extendidas; fruto de creencias irracionales.
1ª MENTIRA: El amor es para siempre
Como decía al principio del post, los cuentos de princesas y las comedias románticas transmiten una idea de amor ficticia e irracional como es el “y fueron felices para siempre”. Si cuidas a la persona que tienes al lado, estableces determinados límites a la hora de convivir, expresas tus necesidades abiertamente y pides sin exigir. Si procuráis que la comunicación sea fluida, intentáis modificar conductas cuando éstas os generan malestar y os marcáis un proyecto de vida con objetivos comunes. Si evitáis las faltas de respeto entre vosotros y os reforzáis los aspectos positivos entre ambos. En definitiva, si trabajáis la pareja a lo largo de vuestra etapa juntos, puede ser que no se rompa nunca. Pero aún así, el amor se puede acabar. No hay una fórmula mágica (o por lo menos conocida) que os asegure que el sentimiento perdure hasta que la muerte nos separe.
2ª MENTIRA: El amor no se busca, se encuentra
Nada más lejos de la realidad. Puede ocurrir que cuando deseamos tener pareja nos mostremos más ansiosos al relacionarnos con los demás, con lo que perdemos naturalidad y poder de atracción. Pero también es cierto que cuantas más ocasiones tengamos de conocer a gente y busquemos situaciones de intercambio social, más probabilidades tendremos de encontrar a alguien al que podamos gustarle y nos guste. La probabilidad es clara: a mayor número de contactos con otros, más opciones de encontrar a alguien. Si me quedo en casa encerrado viendo la tele es poco probable que pueda enamorarme de alguien.
3ª MENTIRA: No se puede amar a dos personas a la vez
La monogamia no es una cuestión genética, sino cultural. En nuestro mundo “desarrollado” y en los países donde por tradición, imperan los cánones de la Iglesia católica (entre otras), albergamos la creencia de que ésta es la opción correcta y además, la única válida.
Pero si miramos un poco más allá, podremos comprobar que en otras culturas e ideologías se entiende y acepta el amor como algo que puede compartirse con más de dos personas.
4ª MENTIRA: El amor de mi vida
Cuando estamos enamorados y nos dejan de repente, tendemos a idealizar a esa persona y con frecuencia pensamos que es imposible que lleguemos a sentir lo mismo por otro. Pero no hay que aspirar a sentirnos exactamente igual. Pues conforme crecemos y maduramos nuestra manera de sentir y nuestros gustos pueden cambiar. A mí de pequeña me encantaban las chucherías y ahora, con 38 años, no las puedo ni probar. Además, lo que sentimos hacia otra persona, como he expuesto en un punto anterior, puede variar con el tiempo e incluso puedo enamorarme varias veces y sentirme diferente, dependiendo de a quién amo y lo que necesito en cada momento de mi vida.
Somos 7000 millones de personas en el mundo. ¿Sigues pensando que sólo una de esas personas es “el amor de tu vida”?
5ª MENTIRA: Amar es no tener que decir nunca lo siento
A pesar de que amemos a alguien con todas nuestras fuerzas, seguiremos cometiendo errores. Amar no te exime de tu humanidad. Y podemos hacer daño a la persona amada sin querer (o queriendo, en algunas ocasiones). ¿No hay que disculparse? ¿Qué regla es esa?
Si le hago daño a la persona que quiero (y me quiere), y ni siquiera me disculpo, lo más probable es que el conflicto entre ambos se agrave. Si además lo tomo por costumbre, tengo muchas papeletas para que se canse de mí o se genere una dinámica de conductas destructivas, reproches y malestar entre ambos.
Yo reconvertiría esta creencia en la siguiente: si me equivoco y te hago daño te pediré perdón. Pero además intentaré aprender de ese error para no repetirlo en el futuro. Intentaré cambiar.
Mentiras sobre el amor hay muchas más. Mentiras sujetas a creencias irracionales: los polos opuestos se atraen, si te quiere te hará sufrir, el amor todo lo puede… podría estar hablando de ellas mucho más tiempo pero prefiero que tú, lector o lectora, nos envíes un comentario diciéndonos qué piensas sobre el amor. ¿Te animas?
Hola Sira, me gusta tu post, no concuerdo con el tercero.
Es verdad que en otras culturas existe y se aceptan las relaciones polígamas, pero ello no significa que sean buenas o que las personas implicadas (quizás a excepción del marido polígamo), se sientan realmente felices y satisfechos.
Al igual que ocurre con los hijos (aunque no queramos admitirlo, los padres tenemos nuestro favorito), en una relación poligama siempre habrá la mujer preferida y las otras sentirán celos y frustración aunque no lo expresen, la convivencia será muy difícil porque estarán en constante competencia, y ni que decir de los hijos.
Si ya en una relación monógama surgen conflictos y a veces nada fáciles de resolver, cuanto más en una poligama.
Por eso yo estoy de acuerdo con que Dios ha demostrado su infinita sabiduría al establecer como regla para los matrimonios, la monogamia.
Por lo demás, me gusta mucho lo que escribiste.
Hola Alejandra, muchas gracias por comentar en nuestro blog. Respeto tu opinión, aunque pregúntate si es fruto de una creencia. ¿Has preguntado a las miles de mujeres y hombres que se encuentran en situación de poligamia cómo se sienten? Tendemos a pensar que lo que nosotros sentimos es aplicable a todos los demás pero eso es una creencia irracional más (de las miles que hay). De todas formas, también te digo que yo tampoco sé cómo se sienten, si son felices o están frustradas. Sólo sé que hay personas que eligen esa forma de amor y no me atrevo a decir si es la mejor opción o no. Sólo sé que a mí no me gustaría tampoco… creo. Un saludo y gracias de nuevo por tus palabras