Después de revisar la semana pasada el perfil del manipulador, continuamos con la trilogía de post sobre manipulación.
En el siguiente post os voy a hablar de los 4 tipos de manipuladores (principalmente) , aunque la variedad es inmensa:
Los que van de Castigadores (los Matones)
Es la forma más evidente de manipular, la menos retorcida y directa. Es la típica de “O haces esto o …” Nos venden que si no hacemos lo que pretenden algo malo no sucederá.
Algunos emplean amenazas directas:
“sí hablas de esto te acordarás de mi…”
“si no haces más horas extras te acordarás de mi…”
“si no me llamas mañana olvídate de mí…”
Son los más fáciles de detectar. Esgrimen el castigo y juegan con nuestro miedo. Pero amenazar abiertamente está muy mal visto. Y eso lo buenos manipuladores lo saben. Así que muchos utilizan amenazas no directas.
Es el ejemplo del amigo que nos pide un favor y si se lo negamos nos echa una mirada tremenda…, fulgurante…, arruga la cara, gira lentamente y se va como si ya no nos fuera a hablar nunca…
El que se autocastiga
Estos utilizan para convencernos los males que les pueden suceder si no accedemos a sus demandas. Muchas veces son personas dependientes y necesitadas. Si no accedes a lo que piden les va a pasar algo, como si fuera nuestra responsabilidad su vida.
Algunos hijos lo aprenden bien: “Si no me comparas el móvil, ya no sé si podré estudiar”
“Si me dejas estoy seguro/a que volveré a caer en la depresión…”
El que Sufre (el Víctima)
Este es muy abundante en nuestro país, ya que el mártir está mejor visto. Hay auténticos “Máster” en sufrir. Manejan la culpa muy bien. Y si no haces lo que desean sufrirán, y sufrirán… no suelen decir “es por tu culpa”, pero lo dejan implícito.
El ejemplo más típico es la madre sufriente: “Vete hijo, vete…, si, llega tarde si quieres…, yo aquí me quedo…, sin poder dormir., que le vamos a hacer…, señor…”
A veces se aseguran de que nos enganchan más aún porque tenemos que adivinar qué es lo que les pasa, si no, no los queremos. Algunos pueden pasarse horas o días sin decir palabra, sufriendo… Les preguntamos y contestan lo pobres “no me pasa nada…”. De esta forma aumentan nuestra ansiedad y se aseguran de que caeremos en la trampa de la manipulación.
La víctima es una forma aparentemente menos agresiva de manipular, pero en el fondo lo es y mucho. Porque pueden llegar a manejarnos y tener mucho poder desde la debilidad.
El que promete y atormenta
El cuarto tipo de manipuladores son de los manipuladores más sutiles. Parecen que dan: su apoyo, dinero, un ascenso, su amistad, su afecto…, pero solo si nos comportamos como ellos quieren. No dan por dar, aunque nos lo haga creer, sino que dan por interés propio.
Incluso lo pueden decir directamente: “Si me apoyas frente al jefe te podría recomendar para el ascenso”
Aunque suelen ser más sutiles, para parecer que no quieren nada a cambio. “He pensado que deberíamos comprar un coche nuevo, así aprovecharíamos para viajar a ese sitio que tanto querías…”
¿Identificas algún patrón en alguien que te rodea? Reconocer este tipo de comportamiento es fundamental para utilizar estrategias que te ayuden a no caer en sus redes.
Si quieres saber más sobre manipuladores termina la trilogía de post leyendo cómo saber si soy víctima manipulación: Consecuencias de la manipulación
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