Hoy voy a hablaros sobre el boom de las casas de apuestas en España y la inundación que estamos recibiendo a través de publicidad de apuestas deportivas.
Antes de entrar en el tema de las apuestas, quiero dejar claro que soy un gran defensor de la libertad individual y, en general, me gustan poco las leyes que pretenden moralizar y sustituir la educación y libre elección por leyes que prohíben conductas.
Creo que, una persona adulta, debe de ser libre para tomar sus propias decisiones, aunque, estas le lleven a la autodestrucción.
El boom de las apuestas
Desde hace un par de años, en España, hubo un cambio de legislación sobre las casas de apuestas, las apuestas online y los juegos de azar online
Si bien era posible jugar online hace tiempo, era necesario hacerlo a través de webs extranjeras.
Con la actualización de la legislación en España empezaron a aparecer portales de apuestas online y juegos de azar y nuestras ciudades se han ido llenado de locales de apuestas y juegos de azar.
El riesgo del juego patológico
El juego, máquinas tragaperras, apuestas deportivas, … son conductas con un alto riesgo de convertirse en adictivas.
Son muchas las personas que necesitan tratamiento por adicción al juego (en los ámbitos profesionales los llamamos adicciones sin sustancia), porque tienen la capacidad de destrozar la vida de una persona de la misma forma que las drogas.
Pero aun asumiendo este riesgo, como decía al principio del post, creo que la libertad de cada uno de nosotros para jugar justifica que este tipo de juegos no estén prohibidos.
Lo que me parece una barbaridad es lo fácil que es acceder en España al juego y el bombardeo continuo que recibimos hoy en día través de la publicidad de apuestas deportivas.
Publicidad y apuestas deportivas online
Las apuestas deportivas se han convertido en uno de los principales juegos de azar a los que jugamos los españoles.
Y si bien defiendo la libertad de cada uno para apostar, me parece una aberración que no se controle la publicidad de estos sitios de juego online y apuestas deportivas.
Si escucháis cualquier programa deportivo en la radio española, la mayoría de la publicidad es sobre casas de apuestas.
Y no sólo los típicos anuncios, sino que, los propios presentadores y colaboradores de los programas, están continuamente incitando al juego y diciendo que apuestas están realizando ellos.
Si ves un partido de fútbol en televisión, las vallas publicitarias y las publicidades que sobre impresionan sobre el campo de fútbol son de apuestas deportivas.
Si compras un periódico deportivo (o entras a su web), la gran mayoría de la publicidad es sobre casas de apuestas deportivas
Es más, cada vez son más los clubs deportivos que la publicidad que lucen en sus camisetas son de casas de apuestas.
¿Nadie se da cuenta de esta barbaridad? ¿Nadie se da cuenta de que gran parte del público de los deportes son menores y adolescentes?
Y esto sucede porque todos ganan
¿Cómo sucede esto en un país civilizado? ¿Por qué nadie lo para?
Pues porque el dinero manda. En realidad, todos se benefician de la publicidad de apuestas deportivas tan agresiva y peligrosa, y eso hace que todos callen.
Las casas de apuestas son las primeras beneficiadas de que se les permita inundar de publicidad las actividades deportivas, porque consiguen más clientes.
Los medios de comunicación, inmersos en una profunda crisis del modelo publicitario, han encontrado en las casas de apuestas un sector dispuesto a pagar grandes cantidades por publicitarse.
Y es estado español, necesitado de ingresos, ha encontrado en los impuestos al juego online una fuente de ingresos.
Y si todos ganan, ¿por qué vengo yo a quejarme?
Pues porque permitiendo esta publicidad ligada al deporte en todos los medios y todos los horarios, estamos haciendo daño a la sociedad, especialmente a los jóvenes.
Porque permitimos vender las apuestas online como una forma inteligente de ganar dinero (cuando en el 99% de las veces se pierde).
Porque tenemos una sociedad que protege a los jóvenes de que se vea una teta en televisión en horario protegido y se criminaliza algo tan natural como el sexo, pero permitimos fomentar el juego y las apuestas.
Porque dentro de 10 años, cuando miremos atrás, veremos como una auténtica barbaridad el permitir la publicad de las casas de apuestas ligadas al deporte.
Y porque estamos convirtiendo el deporte, un referente recomendable y sano para todos los jóvenes, en un espacio publicitario de una conducta que es bastante peligrosa para la salud mental y la economía familiar.
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