Muertes de seres queridos, rupturas sentimentales, despidos laborales, y demás experiencias vitales pueden ser consideradas como pérdidas que la persona ha de aceptar y adaptarse.
El duelo, es un proceso de curación que permite a la persona que ha experimentado una pérdida, reconstituirse y reinterpretar la situación de un modo que le sea posible pensar en ello, sin que suponga un malestar y dolor significativo.
Veamos, las diferentes etapas por las que es probable que pase una persona que ha experimentado una pérdida.
- En un primer momento, el estado de sock por la noticia embarca a la persona en un estado de negación diciéndose frases del siguiente tipo: “esto no es cierto, no ha podido pasarme”.
- A continuación, con el devenir de los acontecimientos y el enfrentamiento con la realidad hará que experimente emociones muy contradictorias, tales como tristeza, enfado, rabia, pena, frustración y miedo. Estas emociones han de ser manifestadas y gestionadas, si se bloquean o se enmascaran pueden dar lugar a alargar y complicar el proceso de duelo.
- La pérdida supone una desorganización o cierto desorden en el estilo de vida, que dificulta su funcionamiento en el medio, siendo necesaria una reinterpretación de la situación estableciendo los nuevos roles y responsabilidades que hay que asumir para comenzar a funcionar de forma más adecuada. Esto va a permitir aceptar la realidad alejándose de la negación sobre lo ocurrido.
El duelo ha de ser entendido como un proceso en el que la persona pondrá en marcha herramientas para avanzar por las diferentes etapas y finalmente poder completarlo. Si lo entendemos, únicamente como fases, refleja cierta pasividad por parte de la persona que ha sufrido la pérdida. Si no se llevan a cabo las herramientas o pautas recomendadas, puede ser que se produzca algún estancamiento en una u otra fase, impidiendo avanzar a otra.
Todas las personas hemos sufrido y seguiremos sufriendo pérdidas de diverso tipo. Probablemente no necesitemos un tratamiento psicológico propiamente dicho para ello, pero si cierta orientación y acompañamiento que permita una anticipación y preparación a lo que posiblemente será experimentado.
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No creo que haya un duelo igual a otro. Y no te lamentas porque te ha dejado sola, sino porque ya no está y no puede disfrutar lo que disfrutas tú. Claro que se rompe la vida y se crea un desorden inesperado que aún al día de hoy, ocho años después no logras ordenar y transformarlo en una vida nueva, aunque así debiera ser. Pero no lo es. Como mucho intentas agarrarte a los buenos momentos que se te puedan presentar porque mientras los disfrutas te aturdes un poco y no piensas. Pero no te ubicas. ¿Que tenías dependencia de esa persona? Pues sí, y mucha porque era tu otro yo y no proyectabas nada sin él, y cuando mejor estabas era cuando él estaba contigo. Nada de esto lo entienden algunas personas, bien porque no les ha pasado, o porque la relación con su pareja no era como la mía . Por eso digo que no hay dos duelos iguales.
Como bien dices, no hay dos duelos iguales.
Gracias por compartir tu visión con todos nosotros.
Seguiremos escribiendo sobre duelo porque es un tema que nos interesa a todos, ya que a lo largo de nuestras vidas vamos a pasar por varias veces por estos procesos.
Estuve en union libre 9 años de esa relacion procreamos dos hijos ella me traiciono en varias ocasiones le gusta mucho la libertad estar con su madre para que la incubra de sus salidas tres veces me abandono para irse a vivir con su mama y de esa manera irse a divertir libremente me duele decirlo pero cuando la conoci ella se dedicaba a la vida galante y aun asi a los 5 dias me la lleve a vivir conmigo pero esa relacion los ultimos tres años fueron de maltratos insultos