Hoy vamos a revisar algunos datos sobre un problema que denota un profunda enfermedad social: El bullying
Nos sentimos consternados cada vez que oímos hablar del Bullying (acoso escolar) o contemplamos en algún medio de comunicación la noticia del trágico desenlace de uno de estos casos.
El bullying en la sociedad actual
Prácticamente, todos hemos presenciado en algún momento de nuestras vidas situaciones que podríamos encuadrar dentro de un caso de Bullying.
No sé si es más frecuente que antaño o simplemente que ahora es cuando la sociedad se ha movilizado con respecto a este tipo de violencia, en mi opinión, sólo a raíz de que los medios de comunicación se hagan más eco de su importancia.
Sea como sea, el bullying es una realidad en todas sus modalidades (físico, verbal, emocional, social…) y es un hecho repugnante al que hay que combatir y ponerle freno.
Algunos datos sobre bullying
En Febrero de este año (2016), el periódico El País, publico un estudio sobre la incidencia y situaciones más frecuentes en casos de bullying realizado por Save The Children.
De este estudio se desprende que en España, un 9,3% de los alumnos han sufrido en alguna ocasión acoso escolar de forma continuada, siendo.
Son las niñas las que lo sufren en mayor número de casos, un 10,6% frente a un 8% en niños.
Este estudio indica también cuales son las razones más frecuentes que alegan los acosadores a la hora de explicar por qué lo hacían.
- El 19% indica que no sabía por qué lo hacía
- un 14,5% lo hacía con la intención de gastar una broma.
Las formas más frecuentes de acosar a los compañeros son:
- 22,6% recibe insultos directos frecuentemente;
- 20,9% recibe insultos indirectos frecuentemente
- y un 14,6% se ve sometido a la difusión de rumores falsos sobre su persona de manera frecuente.
El ciberacoso, un tipo de bullying cada vez más extendido
Otro dato importante recogido en este estudio es la incidencia del ciberacoso.
Podemos concebir el ciberacoso o ciberbullying como el uso de los medios telemáticos (internet, telefonía móvil, videojuegos online, redes sociales, etc..) para ejercer el acoso psicológico entre iguales.
Este fenómeno está aumentando y debido a la forma de ejercerse resulta compleja la detección si la persona que lo sufre no quiere comunicarlo o lo oculta por diversos motivos.
A día de hoy, este tipo de acoso “tecnológico” sigue siendo menos numeroso que otro tipo de conductas acosadoras, pero su crecimiento en los últimos años debe hacernos pensar en cómo evitar que ocurra y buscar soluciones efectivas que detecten y prevengan este tipo de violencia.
Que hacer como padres
Como padres, debemos inculcar a nuestros hijos la necesidad de actuar frente al acoso.
Que sean conscientes de las consecuencias de estas conductas y fomentar en ellos la empatía hacia el que lo sufre.
A menudo nuestros hijos se sienten cómplices involuntarios de algunos casos de acoso y esto les genera malestar, por eso debemos animarles a que no se queden callados frente al bullying y que sepan que les escuchamos y estamos con ellos.
No debemos caer en el error de pensar que este tipo de conductas son cosas habituales o “cosas de niños”.
Participen con sus hijos en programas escolares y/o actividades encaminadas a detectar y combatir situaciones de bullying.
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