El hecho de enfermar y como afrontarlo es un o de los grandes retos para mejor la calidad de vida a los que nos enfrentamos en la sociedad actual.
Consideramos que el estado natural es tener buena salud y consideramos la enfermedad como una catástrofe que impacta profundamente en nuestras vidas.
La preocupación por la posibilidad de enfermar genera problemas de salud (hipocondría, ansiedad por la salud) y, en parte, esta ansiedad generada tiene que ver con que no aceptemos que la enfermedad es parte de la vida, no una excepción.
Todas y todos vamos a enfermar en más de una ocasión y tenemos que ser conscientes de ello, no para vivir con miedo, sino para aceptar que es parte de la vida.
Hemos escrito a menudo sobre la ansiedad por la salud, pero en este post de hoy vamos a centrarnos en cómo gestionar psicológicamente cuando nos diagnostican una enfermedad.
¿A qué enfermedades tememos?
Es cierto que no todas las enfermedades nos dan el mismo miedo ni generan el mismo malestar psicológico.
Si bien parece que la pandemia por la Civd-19 se ha convertido en la principal problema y preocupación de salud, no han desaparecido el resto de las enfermedades.
Además, ya hemos reflexionado sobre como afrontar un positivo por Covid-19.
Para bien o para mal, el malestar psicológico que genera esta infección una vez te confirmado el positivo es breve. La resolución de esta, aun pudiendo ser muy dramática, se conoce a los pocos días/semanas.
Las enfermedades más difíciles de gestionar a nivel psicológico son las enfermedades degenerativas graves y sin lugar a duda, el cáncer.
¿Por qué los diagnósticos de cáncer y enfermedades degenerativas son las más “duras” psicológicamente?
Por varios factores:
- Porque generan mucha incertidumbre (es posible que las cosas vayan bien o vayan mal y es difícil en el momento de la detección de la enfermedad).
- Porque son procesos largos (aun en el mejor de los casos).
- Porque los tratamientos son duros físicamente y sin garantías de que sean efectivos.
- Porque a nivel individual casi todas las personas conocemos casos de sufrimiento y muerte relacionado con cáncer y enfermedades degenerativas.
No estamos preparados psicológicamente para afrontar un diagnostico de enfermedad grave y, habitualmente, es necesario buscar ayuda profesional para aprender a gestionarla.
De todas formas, en formato consejos breve, vamos a ver unas cuantas buenas prácticas para saber como gestionar psicológicamente un diagnóstico de enfermedad grave, como un cáncer.
¿10 consejos sobre cómo gestionar psicológicamente un diagnóstico de cáncer?
1º Trata de conseguir la mejor atención médica posible.
Ante un diagnostico de cáncer, puede ser buena idea buscar una clínica especializada en el tratamiento del cáncer para asegurarte la mejor atención médica posible.
2º No te obsesiones con los tratamientos posibles:
Si bien buscar el mejor tratamiento médico posible es una buena idea, obsesionarse con buscar un médico que nos diga que va a tener solución nuestro problema puede llevarte a acabar en manos de curanderos, magufos y pseudociencias.
Esta bien confirmar el diagnostico inicial con algún otro profesional, pero obsesionarse con consultar a muchos médicos no va a solucionar tu problema.
3º Acepta la realidad:
Aceptar un diagnostico de Cáncer es muy duro, pero no aceptarlo es peligroso. Negar la realidad, no contarlo a tu entorno, hacer como si no pasará nada, … va a acabar haciéndote daño, así que lo mejor es aceptar la situación por dolorosa que sea y jugar con las cartas que te hayan tocado, aunque sean malas.
4º Trata de mantener una actitud positiva.
La actitud ante la enfermedad no hace milagros, pero si ayuda a tu sistema inmunitario a funcionar mejor. Lo oncólogos y psicólogos especializados saben que es importante la confianza en el tratamiento y la actitud positiva para que de el mejor resultado posible.
No es que la actitud vaya a solucionar el problema, pero una actitud negativa y con desesperanza si va a ayudar a que tu pronostico sea peor.
Y si no eres capaz de encontrar motivación para tener actitud positiva, te recomiendo que busques ayuda psicológica para conseguirlo.
5º Asume tus limitaciones:
En un tratamiento con quimioterapia, por ejemplo, vas a tener días malos, regulares y buenos. Acepta la situación en los días malos y trata de disfrutar los días buenos.
6º Vida social:
Cuando sea posible, trata de tener vida social (asumiendo las limitaciones que la enfermedad impone) y relacionarte con las personas que quieres.
7º Acepta tus emociones, incluso las negativas:
En ocasiones es necesario aceptar que se está mal, triste, enfadado, … y tienes derecho a tener esas emociones. A nadie nos gustan las emociones negativas, pero asumir que se tienen es la mejor estrategia para poder gestionarlas.
8º Si puedes, ríete de ti mismo de vez en cuando.
El pilar principal de la resiliencia es el humor y ser capaz de reírnos de nosotros mismos incluso en las situaciones mas dramáticas es una actitud que te va a permitir ser más feliz. No es fácil, pero es posible.
9º Toma las decisiones necesarias:
Ante la enfermedad, es posible que haya que tomar decisiones a largo plazo, reordenar el sistema de funcionamiento familiar o gestionar la vida laboral de una forma distinta.
Hacer como que no pasa nada es mala idea y cuanto antes afrontes este tipo de decisiones antes podrás quitártelas de la cabeza.
10º Cáncer no significa muerte. Cáncer significa lucha.
Cuando oímos la palabra cáncer es inevitable que la idea de la muerte se nos venga a la cabeza.
Pero la realidad es que, hoy en día, la palabra cáncer significa lucha. Luchar contra la enfermedad, luchar contra el desánimo, luchar por el futuro, … aunque no tengamos claro cuál va a ser.
Y cuando luchas, puedes ganar o perder, pero si caes derrotado ante la noticia de cáncer, seguro que vas a perder.
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